Reportaje | carmen tapia
Más allá de la herida
El Parto es Nuestro publica un libro con la fotografía de veintisiete mujeres anónimas, dos de León, que muestran por primera vez la cicatriz tras el nacimiento de sus bebés por cesárea
Veintisiete mujeres, dos de ellas leonesas, cuentan su experiencia y muestran sus cuerpos tras el nacimiento de sus bebés por cesárea en un libro editado por Obstrare a iniciativa de la Asociación El Parto es Nuestro. Las instantáneas son obra de las fotógrafa argentina de raíces leonesas -"sus abuelos eran de San Emiliano-" Ana Álvarez Errecalde. «De León son todas y ninguna. Las mujeres que aparecen en la obra representan a las de León y a las de la china... el libro va a llegar a todas partes», dice Álvarez. La asociación prepara una exposición itinerante de las fotografías, recopiladas en el libro «Cesárea, más allá de la herida» , que surgió como un proyecto para hacer visible la huella que deja la cesárea en miles de madres. Álvarez, a través de los testimonios de las madres, invita a acompañar a estas mujeres anónimas en su recorrido interior.
«Entre las fotografiadas también hay una mujer negra, en realidad las cesáreas se van extendiendo y no son sólo representativas de un único sitio....», señala la fotógrafa de la obra.
El Parto es Nuestro está volcada en una campaña que cuestiona el incremento del número de cesáreas que se practican a las mujeres para dar a luz. «La cicatriz del cuerpo queda; podría desaparecer con los años. La cicatriz del alma tarda en sanar y duele», dicen desde la asociación.
La especialidad artística de Ana Álvarez son los desnudos de mujer. En su trabajo «Egología» recopila imágenes de momentos difíciles y agradables de su vida, «Retrato a cincuenta mujeres de distinta procedencia, son mujeres reales, con celulitis y cicatrices. Parte de este proyecto fue confeccionar trajes como las fotos, a los que pusimos etiquetas con el precio, que luego se ponían otras personas, es como ponerse en la piel del otro. Era un juego con el precio del propio cuerpo».
Este nuevo trabajo pretende concienciar sobre las consecuencias que deja en el cuerpo femenino del abuso de las cesáreas, «que en algunos casos son necesarias, pero en otras ocasiones se pueden evitar y se practican por comodidad», defiende esta fotógrafa.
El dolor de la herida. Mujeres reales muestran por primera vez sus cicatrices en este trabajo. «Algunas estaban cómodas con el herida, pero para otras era una experiencia dolorosa, como del fallo del propio cuerpo, de un parto natural que no pudo ser. Otras contaron que se sintieron maltratadas durante el proceso del parto, que no contaban en el nacimiento de sus hijos. Algunas, pese a que han pasado varios años, todavía notan el dolor de la herida. Para otras suposo una experiencia fortalecedora».
Desde la asociación El Parto es Nuestro esperan que el trabajo sirva para dar voz a muchas madres, «y será un paso más para la anhelada erradicación de las cesáreas innecesarias, que consideramos un claro ejemplo de violencia obstétrica». El 23% de los bebés de León nacen por cesárea, pero el hospital que encabeza esta práctica es el de Puertollano (Ciudad Real), con el 40% de los partos.