Diario de León

Reportaje | ÓSCAR BALBOA ARREGUI | JEFE DEL sección DE RADIOLOGÍA ENDOVASCULAR INTERVENCIONISTA

Ictus: emergencia sanitaria

En León se diagnostican ochocientos accidentes cerebrovasculares al año

Arteriografía demostrando oclusion arterial (A) que se recanaliza endovascularmente con éxito (B). E

Arteriografía demostrando oclusion arterial (A) que se recanaliza endovascularmente con éxito (B). E

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El ictus es una enfermedad cerebrovascular que afecta a los vasos sanguíneos que conducen la sangre al cerebro (también se le conoce como accidente cerebrovascular o ACV). Consiste en que una arteria o una vena que transportan la sangre por el encéfalo se rompe o es taponada por un coágulo u otra partícula, con lo cual parte del sistema nervioso no consigue el flujo de sangre que necesita y las células nerviosas de la zona afectada no reciben oxígeno, por lo que no pueden funcionar y mueren en unos minutos.

El ictus o accidente cerebrovascular (ACV) es la tercera causa de muerte en el adulto después de la cardiopatía isquémica y el cáncer. Representa el 10% de las muertes en países industrializados. Es la primera causa de muerte en las mujeres mayores de 65 años y la primera causa de muerte en los hombres mayores de 75 años. En España se diagnostican unos 80.000 nuevos pacientes con ictus cada año y en la provincia de León alrededor de 800 nuevos casos al año.

Una detección precoz en las primeras fases del ictus puede reducir los índices de mortalidad y las secuelas que se derivan del mismo, lo que supone un hecho de especial importancia en las personas jóvenes, teniendo en cuenta las graves discapacidades funcionales que produce. Por eso, para procurar que un ictus no tenga consecuencias graves irremediables, el paciente debe ser atendido en el menor tiempo posible desde el primer síntoma, es decir, el ictus es una urgencia médica.

Generalmente comienza con un inicio súbito y de rápido desarrollo que suele consistir en una pérdida repentina de fuerza en la cara, brazos y/o piernas; una pérdida de visión en un ojo; o dificultad para hablar y comprender. En función del área del cerebro afectada se pueden producir muchos síntomas diferentes.

Por lo general cuando el ictus se localiza en la región derecha del cerebro la parte afectada será la mitad izquierda del cuerpo y así se establece parálisis del brazo y pierna izquierdos, problemas de la visión, comportamiento acelerado y pérdida de memoria. Por el contrario, cuando el ictus afecta a la región izquierda del cerebro la parte afectada será la mitad derecha del cuerpo y así se puede observar parálisis del brazo y pierna derechos, problemas del habla y del lenguaje, comportamiento enlentecido, etc.

El médico puede diagnosticar un ictus por la clínica y la exploración física, y además se puede apoyar en pruebas de imagen como la Tomografía Computadorizada (TC) o la Resonancia Magnética (RM) que confirman el diagnóstico. Con estos métodos de imagen el médico puede establecer la causa exacta del ictus.

Tipos de ictus . El ictus puede ser isquémico cuando un coágulo u otra partícula obstruye un vaso que distribuye la sangre cerebral. Cuando el coágulo se desarrolla dentro del mismo vaso sanguíneo cerebral se denomina trombosis, y cuando el coágulo se forma en otra parte del cuerpo (generalmente en grandes arterias de la parte superior del tórax y cuello) y se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta que bloquea otra pequeña arteria cerebral se denomina embolismo.

Otro tipo de ictus es el hemorrágico que se produce cuando el vaso arterial se rompe, lo que facilita que la sangre se distribuya de forma anárquica por el cerebro. Las dos causas principales de este ictus hemorrágico son la rotura de un aneurisma o de una malformación arteriovenosa.

El tratamiento . El tratamiento es distinto dependiendo si el ictus se produce por bloqueo de una arteria o a causa de la rotura de un vaso.

Los infartos cerebrales ocasionados por obstrucción de una arteria se pueden tratar con la administración vía intravenosa (y en ocasiones intraarterial) de un medicamento fibrinolítico que deshace la obstrucción formada en la arteria cerebral. Este tratamiento fibrinolítico sólo lo puede prescribir un neurólogo con experiencia en el tratamiento del ictus dentro de un sistema hospitalario que tenga los métodos diagnósticos y terapéuticos de apoyo necesarios; es decir una Unidad de Ictus en funcionamiento como la del Hospital de León.

En ocasiones este tratamiento ha de hacerse por via endovascular, en la sala de Neurorradiología Intervencionista, para conseguir mediante dispositivos mecánicos o farmacológicos in situ deshacer la obstrucción que provoca el coágulo o trombo. De este modo la circulación sanguínea se puede restablecer con normalidad y se evita que el paciente sufra consecuencias graves derivadas de la pérdida de funciones de par te del cerebro.

La Neurorradiología Intervencionista también puede actuar mediante técnicas endovasculares para resolver estenosis arteriales severas que están limitando el flujo normal de la sangre hacia el tejido cerebral, habitualmente mediante dilatación de esa estenosis (angioplastia) y colocación de un dispositivo intraarterial que mantiene esa dilatación (endoprótesis o stent).

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