Hombres en el diván

«La disociación entre la madre y la mujer lleva a los hombres a encontrar una dificultad para conciliar en una misma persona el amor y el deseo». Este es el punto de partida de la conferencia que imparte el viernes en León la psicoanalista Graciela Strada.

Los hombres acuden con menos frecuencia que las mujeres a pedir ayuda a la consulta del psicoanálisis, pero «cada vez más los hombres vencen resistencias, individuales y sociales y pueden reconocer que solos no pueden superar un estado o conflicto y que ello no es una señal de debilidad», subraya.

Aunque no es privativo de los hombres, son ellos quienes encarnan con más frecuencia la necesidad de demostrar que «su valor, su potencia, su capacidad de trabajo y su sentido del deber».

¿Y qué les preocupa? Los síntomas que presentan cuando se enfrentan al diván van desde «la pérdida del deseo, la dificultad para llevar una vida sexual satisfactoria con una mujer, madre de sus hijos, al despertar erótico y surgimiento del amor en una nueva relación a causa de separaciones muy culposas».

Con frecuencia llegan también atenazados por estados angustiosos o depresivos vinculados al trabajo: «Cuando se presentan problemas de relaciones con los jefes o cuando exigencias laborales les hacen sentir que no dan la talla », explica la psicoanalista.

Desde la experiencia de Graciela Strada, una gran mayoría de hombres quieren «afrontar los trastornos de la vida sexual que, desde el sentir masculino, ponen en cuestión la virilidad y la identificación sexual».

¿Y cómo responde el psicoanálisis? Graciela Strada aclara que «no hay un universal que pueda definirnos, sino que cada uno escribe y construye su posición sexual».

La psicoanalista plantea que el desarrollo de la identidad depende «de valores y modelos históricos y culturales que constituyen el núcleo de identificaciones relacionadas con el cuerpo y los ideales y son cambiantes». Este cambio es evidente en muchos valores considerados típicamente masculinos: «Los hombres están afectados por estos cambios».

La caída del modelo patriarcal ligado a una dominación masculina es el principal cambio de modelo al que se enfrentan los hombres, un asunto que estudian la sociología y otras disciplinas. Este cambio, matiza, «ha dado origen a muchas y justas reivindicaciones y una lucha por la igualdad».

Otro cambio importante viene dado, a su parecer, por la función de la ley, «que en su labor simbólica es interdictora y pacificante, y atribuida a una función paterna». Actualmente , subraya, «muestra muchas grietas e influye sobre el modelo familiar, sobre la identidad masculina y sobre la sociedad». Y otro cambio que hay que analizar junto a estos últimos es «el papel de la mujer en la sociedad y el avance de la ciencia que ha provocado en relación a la sexualidad, y la reproducción».

En este sentido, plantea la psicoanalista que «el deseo de un hijo, por ejemplo, puede pasar de ser fruto de una arquitectura del deseo entre un hombre y una mujer a un pedido a la ciencia», lo que lleva a interrogarse «qué significa ser padre».

Y es que, en palabras de Strada, «la ciencia sacude los fundamentos tradicionales que han sostenido a la sociedad occidental, y al caer las sociedades patriarcales y emerger la ciencia y las leyes del mercado,

lleva a preguntarnos: ¿se trata de una declinación del padre o un cambio de registro?».