Arguiñano: «Para vivir mucho hay que comer mucho de nada»
El restaurador vasco Karlos Arguiñano, que fue reconocido ayer por el XVII Congreso Nacional de la Cocina de Autor con el Gorro de Plata, ha opinado que el secreto para vivir mucho está en «comer mucho de nada y un poco de todo». Arguiñano recibió un homenaje en Vitoria por su trayectoria como cocinero de manos de los organizadores de este certamen, que hasta el 7 de abril espera reunir en los fogones de la capital alavesa a lo más selecto de la restauración de Europa y del mundo. Para ir haciendo boca, se organizó una fiesta popular en la que se pudo degustar pintxos de vanguardia, así como otros platos más tradicionales, como paella y asado de ternera. Tras el homenaje, el popular restaurador dijo a los periodistas que le aguardaban que la buena cocina no tiene nada que temer al dicho de que para vivir mucho hay que comer poco, porque el secreto está en «comer mucho de nada y un poco de todo». Arguiñano recordó que guarda un recuerdo muy grato de Vitoria, porque hizo la mili en esta ciudad y en ella dio sus primeros pasos como restaurador al trabajar en los fogones de la residencia de oficiales, en la calle Olaguíbel. Además, también hizo algo de dinero vendiendo pelucas y lacas de uñas en las peluquerías, ha recordado entre risas.
< En cuanto a su trayectoria profesional, Arguiñano se mostró orgulloso de haber conseguido que los hombres cocinen en sus casas y no sólo en las sociedades gastronómicas, y dijo que uno de sus caballos de batalla en estos momentos es la lucha contra la obesidad infantil. También se refirió el cocinero a la gente joven que empieza a cocinar y advirtiró de que «por la boca entra la salud y la enfermedad».