El fin de las medias naranjas
Adavas edita un cómic dirigido a la población adolescente para desmontar los mitos del amor romántico que esconden trampas de violencia machista
¿Qué quereis ser: naranjas enteras o medias naranjas? La pregunta deja perplejo al auditorio. Es una clase de secundaria en un instituto de León. Se cruzan las miradas y los gestos de no entender. Ruido de sillas y algunas risas.
De repente, un chico contesta: «Yo lo que quiero ser es la superficie de la naranja». Que es lo mismo que decir: «Quiero ser el protector» y también quien «posee a la naranja», explica Ana Vicente, coordinadora del programa de prevención del maltrato de Adavas.
Los roles de género se reproducen en las relaciones entre chicos y chicas: «Ellas idealizan a sus parejas, mientras los chicos tienden a «tener novia» para reforzar su masculinidad, confundiendo el amor con la posesión más que aprender a relacionarse».
Como recurso didáctico para los talleres con adolescentes en los institutos Adavas acaba de editar el cómic Despégate del maltrato en el que a través de viñetas se exponen situaciones en las que el novio controla las salidas y el teléfono móvil de la chica, cambia de planes en el último momento y la deja plantada , la desvaloriza si se niega a mantener relaciones sexuales y la amenaza con romper si no hace lo que él quiere.
La chica quiere romper, pero el chico trata de evitarlo mediante conductas de chantaje y amenazas. Cuando la chica toma la decisión de dejar al novio que la amenaza y la hace llorar. En este momento, la pandilla juega un papel fundamental: «Aunque él tuviera cosas buenas que echas de menos tu vida era un infierno», le recuerdan ante la zozobra de la ruptura. «Yo he intentado hablar con él, pero no escucha», dice un amigo.
En la teoría, apunta Ana Vicente, tanto chicos como chicas «tienen muy claro que las relaciones de pareja no pueden ser relaciones de poder, sino de igualdad». Lo difícil es identificar las situaciones abusivas: cuando la pareja quiere imponer el control o con la excusa de los celos trata de aislar a su pareja de sus amistades. «No es fácil hacer entender que todo eso son abusos y que es inaceptable», agrega la psicóloga Begoña Pérez.
A través de esta historia «tratamos de enseñarles a identificar diversas situaciones abusivas e incluso violentas, y las posibles reacciones ante ellas. El cómic facilita muchísimo esta tarea», señala .
«La clave didáctica del cómic son el grupo de amistades, icono de la reacción social ante el maltrato», subraya. Frente a la idea tradicional de que se trata de un problema de pareja en el cómic las amistades sirven de espejo de la socieddad para abordar la situación. Una parte identifica el control del novio con el amor y otra parte cuentan los hechos. «Es una forma de explicarles que tienen que distinguir los hechos de los deseos. Muchas veces, uando se comportan de manera abusiva desean creen que las quieren», subraya Begoña Pérez.
Según la psicóloga, cuando la chica toma la decisión de romper tiene que «aceptar las emociones», algo que es más llevadero si recibe ayuda del grupo. «Si se le dice: No seas tonta, lo que tienes que hacer es romper, lo normal es que se calle para no parecer tonta y se aisle por el sentimiento de culpa que le crean sus sentimientos», explica.
Más de 1.100 chicos y chicas de entre 14 y 18 años participan cada año en estos talleres ideados en 1997 y que, catorce años después, siguen vigentes. El objetivo es que ellas y ellos quieran ser «naranjas enteras, es decir, «personas independientes» que ante una relación de pareja «no se plantean dejar a sus amistades y toman decisiones por sí mismas».
Este año se ha incorporado un taller complementario cuyo objetivo es desmontar los mitos del amor romántico. «En este tiempo de experiencia hemos visto que en el maltrato subyacen comportamientos de control, dependencia, aislamiento, celos, desvalorización y chantaje», concluye Ana Vicente.