LA BUENA VIDA
Coto a las lipotimias
La Unidad de Arritmias del Caule promueve una guía con consejos para prevenir el síncope vasovagal
ana gaitero
LEÓN
El síncope vasovagal, la común lipotimia, no supone habitualmente riesgo importante, salvo posibles traumatismos por la caída, pero tiene gran incidencia en la calidad de vida de las personas. La Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Complejo Asistencial Universitario de León ha preparado una guía con medidas higiénico dietéticas para los pacientes que acuden a esta consulta después de sufrir episodios de síncope con el fin de ayudar en su prevención.
El síncope vasovagal se debe a que el sistema nervioso autónomo desencadena un reflejo que «enlentece el pulso y hace bajar la presión arterial bruscamente», explica la cardióloga responsable de la Unidad de Arritmias, María Luisa Fidalgo.
El reflejo nervioso se puede desencadenar ante situaciones diversas: observar sangre, estar en lugares cerrados o calurosos, estar parado o inmóvil durante un tiempo prolongado, ansiedad y estrés, hambre y deshidratación.
La pérdida de conocimiento es la consecuencia directa del síncope. Generalmente, va precedida de un mareo y a veces también náuseas, palidez, sudoración, hormigueo en el cuerpo e incluso alteraciones visuales y auditivas.
La tendencia al desmayo tiene una asociación familiar. El síncope vasovagal supone el 1% de las urgencias según los últimos estudios realizados en hospitales europeos, si bien otros estudios específicos (Framingham) detectaron que un 44% de los participantes con episodios de pérdida de conocimiento no demandaron consulta médica.
Las lipotimias son más frecuentes en pacientes de 10 a 30 años, siendo más afectadas las mujeres que los hombres. Alrededor de un centenar de personas son sometidas a la prueba de la mesa basculante cada año en el Hospital de León para el diagnóstico del síncope vasovagal.
La prueba suele durar unos veinte minutos. Mientras permanece en posición vertical en la mesa basculante al paciente se le controla la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. La finalidad de esta prueba es provocar los síntomas por los que consulta el paciente para concretar el diagnóstico. Al confirmar que se trata del mismo cuadro clinico que padece en su vida diaria se recomienda a las personas que sufren lipotimias una serie de medidas que contribuyen a disminuir el número de episodios, su duración y la severidad de los síntomas.
A la primera alerta las personas que han sufrido síncope vasovagal pueden hacer frente a la situación bien tumbadas, sentadas o de pie. Para cada postura, la guía ofrece unos consejos específicos. Las personas deben permanecer con los ojos abiertos y mirando a un punto fijo. Una vez que han remitido los síntomas, deben levantarse con cuidado y lentamente. Los consejos deben ser conocidos por familiares y amigos para proporcionar la ayuda precisa al paciente.
Para evitar o disminuir el número de episodios se aconseja no mantenerse en pie por períodos prolongados, especialmente si hace calor; cruzar y descruzar las piernas cuando se pasa mucho tiempo sentado; evitar movimientos bruscos; permanecer en ambientes frescos; usar ropa holgada; beber agua en abundancia; evitar los excesos de alcohol, café y bebidas excitantes y las comidas copiosas. También se recomienda aumentar el tono muscular de las piernas haciendo ejercicio. Si no son hipertensos pueden ingerir más sal.