se habla de...
De mujeres y deseo
El seminario «El amor, el deseo...y las mujeres» aborda en León la experiencia íntima femenina más allá del cuerpo
carmen tapia
LEÓN
El Hospital Psiquiátrico Santa Isabel acoge hasta el 15 de diciembre un seminario de Psicoanálisis sobre «El amor, el deseo...y las mujeres». El seminario se desarrollará durante nueve días alternos y estará impartido por el psicoanalista presidente del Círulo Psicoanalítico de León, Luis Salvador López Herrero. Los profesinales del psicoanálisis abordarán la experiencia íntima de la mujer más allá del cuerpo, «a partir del cual la mujer sólo puede decir lo que siente», explica Luis Salvador López Herrero.
«Los puntos suspensivos de amor, deseo...y las mujeres son una llamada a un goce que se desprende del entorno femenino», explica López Herrero. «Todos los caminos que hemos recorrido a lo largo de los diferentes seminarios, nos conducen inevitablemente a la tamática del amor...y de la muerte», asegura el psicoanalista. «No hay manera de desprender el amor y el deseo del asunto de la muerte, como bien sabemos por la poesía o la propia clínica. Sólo el amor desgraciado o insatisfecho es causa de interés. El amor feliz carece de éxito».
Pero ¿por qué se ha elegido a las mujeres para abordar el amor y el deseo?. López Herrero le atribuye a Sócrates el interés por el tema. El filósofo dijo: «Todo lo que sé acerca del amor me lo han enseñado las mujeres» y con estas palabras se acerca a una de las temáticas más humanas.
«La cuestión a dilucidar es por qué ellas están más cercanas a la ficción del amor ¿es una cuestión puramente piscológica ligada a la decpeción la que parece sostener su pedido, o más bien, es un efecto del rechazo o de la segregación del universo masculino?», se pregunta el psicoanalista. El seminario buscará las respuestas.
«Para el psicoanálisis el deseo, como motor del aparato psíquico, no es propiamente ese anhelo consciente que hace de un objeto cotidiano la brújula de su satisfacción tal como pretenden los publicistas en la sociedad de consumo. Ese es un señuelo», defiende López Herrero.
Hombre y mujeres, homosexuales y heterosexuales, se muestran permeables a los efectos del amor y sus consecuencias insaciables, «que no son otras sino que la insatisfacción y la imposibilidad». El amor, «que es una de las manifestaciones de la existencia misma del deseo», busca de un modo imposible «poder saturar esa misma falta a través de un partenaire. En este punto el amor es un velo que vela y revela una imposibilidad».
La mujer siempre está más cerca de la palabra de amor «y por eso está más próxima a la poesía como ya mostró Safo, mientras que el hombre tiende a confundir esa palabra con el sexo». López destaca que lo más interesante de este proceso es que «hay que dejar de pensar en el deseo o en el amor, como un impulso o una energía que surge desde la misma conciencia. Tanto el amor pasión como el deso atraviesan la conciencia como una alteridad que irrumpe de un modo insaciable en el yo». De ahí sus consecuencias a veces dramáticas.
Freud afirmaba que el enamoramiento era una enfermedad transitoria de la que uno se curaba con el tiempo. «Desde este posicionamiento el amor pasión o enamoramiento es una perturbación transitoria de la coridianidad que debe dar paso a nuevas formas de amor más estables y duraderas. Y esto mismo es lo que, en la actualidad, las parejas no saben comprender ni inventar al estar demasiado capturadas en el hechizo y la promesa del amor...imposible».