GENTE SALUDABLE
«El favor me lo hacen a mí»
carmen tapia
LEÓN
Todas las manos son pocas. Aunque arrimar el hombro para ayudar a los que más lo necesitan acaba convirtiéndose en un acto de egoísmo. Noelia Rosas tiene 27 años. Desde los 20 dedica su tiempo libre al voluntariado en Aspace, la Asociación de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral de León. «Esta gente te atrapa rápidamente». La frase es la primera razón que le viene a la cabeza para volcarse en el voluntariado y colaboración en la organización de actividades de ocio y de ayuda. Noelia es maestra de Educación Especial. «La gente te comenta, vas conociendo las necesidades que hay en las distintas asociaciones. El boca a boca me colocó aquí. Vine un día. Me gustó. Luego vine otro, y hasta ahora». Nuria, además de voluntaria, tiene un contrato de unas horas por la mañana en Aspace. Refuerza la asistencia y la atención a los noventa afectados a los que atiende Aspace en León. Cuatrocientas personas padecen parálisis cerebral en León, pero los datos son estimativos porque no existen estadísticas fiables ya que muchos afectados viven en el medio rural sin acceso a los recursos especializados. «Les coges mucho cariño. Te dan todo», asegura Nuria, que ya no contempla su colaboración fuera de Aspace: «En teoría vienes a ayudarlos, pero siento que son ellos los que me ayudan, los que me hacen el favor a mí».
La recompensa, una sonrisa. «Lo mejor del voluntariado con Aspace es la participación en las colonias, en los campamentos y las actividades de ocio. Vamos a la playa y lo pasamos muy bien».
La motivación de Noelia, como la de las otras cincuenta personas voluntarias de Aspace, es, además de la atención a las necesidades básicas, «pasarlo bien, llevarlos a todos los sitios que les apetezca. Somos como una familia que se va de vacaciones».
El tiempo
«Siempre estoy», asegura Nuria, que se ha dejado arrebatar el corazón por la sonrisa de las personas a las que atiende. «Me resulta difícil elegir un momento con ellos como el más destacado», asegura, aunque destaca la actividad de mototerapia que hace unos días realizó la asociación con la colaboración de Moteros Solidarios de León.
El cariño, la dedicación y el trabajo de trabajadores y voluntariado suple las carencias materiales. Aspace está en proceso de traslado de sus dependencia a otros espacios más amplios, mejor dotados, en San Cayetano, propiedad de la Diputación Provincial.
Aspace cumple 27 años de atención a las personas con parálisis cerebral. «Poca gente se retira del voluntariado», asegura Noelia Rosas, «una vez que has empezado te engancha, la gente se anima». Lo mejor: las sonrisas y el cariño de las personas a las que ayudas. «Animaría a la gente a que participe. Por los chicos y las chicas a los que ayudamos y por nosotros mismos. Es una experiencia única. Acabas entablando una relación de amistad».
Ante la pregunta ¿seré capaz de hacer algo?, la respuesta es «sí, y es una experiencia enriquecedora». Cada día es un nuevo reto. El objetivo es visibilizar la singularidad de las personas afectadas con parálisis cerebral para mejorar la asistencia con la incorporación de nuevas tecnologías y espacios adaptados a las necesidades. «Somos como una familia. Esta es la vida. Si hay un acontecimiento triste lo siento como so fueran mis hermanos».