«No me gusta resignarme»

carmen tapia

LEÓN

Heredó un problema genético que sufren siete miembros de su familia, incluido su hermano. La retinosis pigmentaria le deja ciego por la noche y durante el día limita su campo visual a una franja tubular central. Acaba de ser nombrado director de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) en León y pese a su corta edad, 32 años, ya ha dirigido la organización durante 3 años en Segovia. «Siempre he tenido el apoyo de la ONCE para estudiar. Me pusieron un profesor en el instituto», recuerda Óscar Pérez López. Con el tiempo, él se conviertió en profesor y dio apoyo durante cinco años a los alumnos con problemas de visión de Ponferrada.

Pero pese al optimismo de este berciano natural de Vega de Espinareda, casado, con un niño de 3 años y otro en camino, no lo tuvo fácil. «Empecé a estudiar Geografía pero mis problemas visuales me impedían distinguir bien los gráficos por lo que tuve que dejarlo. Estudié Magisterio y Psicopedagogía con profesores y empecé a trabajar como maestro de apoyo en Ponferrada».

«Nunca he renunciado a nada, no me gusta resignarme», asegura. Su testimonio sirve de ejemplo para muchas personas que se sientan menos capaces para desarrollar las actividades diarias. «Si te quedas sentado puedes estar cómodo un tiempo, pero a la larga se acumula el aislamiento. Siempre aconsejo que se enfrenten a sus miedos».

Óscar Pérez no sólo ofrece sonsejos sino que practica con el ejemplo: «A los 17 años me fui de casa para estudiar en la Universidad. Los primeros días lo pasé mal porque no veía bien el camino para llegar, pero havía una vida normal en mi piso, donde vivía solo. En eso consiste, en hacer una vida normal».

La ONCE de León tiene 700 afiliados y 145 trabajadores con discapacidad. En lo que va de año, 200 personas afiliadas a la organización han requerido algún soporte como ayuda las actividades diarias y otros 75 alumnos son atendidos por el equipo educativo en los centros escolares.

Servicio gratuito

Afiliarse la ONCE es gratis. Óscar Pérez lo hizo cuando tenía 17 años. «Conoaco y soy profesor de Braille. Utilizo programas de ampliación de pantalla y mi cursor del ordenador lleva un rastro que me señala en la pantalla para que ni pierda el lugar donde ésta el ratón. Lo importante es que cada persona utilice lo que necesita».

La utilización de las nuevas tecnologías abre los ojos a las personas con discapacidad visual. «Mi objetivo es que todas las personas con discapacidad nos pidan ayuda porque muchas veces no se dirigen a nosotros aunque lo necesiten. No hay que pagar cuota. Lo único que hay que pagar son los aparatos que se compren, que tienen un precio de fábrica». El requisito para ser afiliado de la ONCE es tener menos de un 10% de visión y un campo visual inferior a 10 grados.

La centralización en León de las áreas del Bierzo y León abre nuevos retos en la gestión de los recursos de la organización en León. «El reto es poder atender a toda la población en una provincia con un área geográfica tan dispersa».

La crisis también se deja notar en los recursos de la organización. «Tenemos los mismos clientes pero compran menos cupones, aún así mantenemos los recursos para ofrecer asistencia y apoyo a las personas con discapacidad, que es el objetivo principal de la ONCE», asegura el nuevo director de León.