? OPINIÓN
Protagonismo para el paciente diabético
Un 65% de los pacientes que padece diabetes reclama una mayor participación en las decisiones médicas respecto a su tratamiento. Sin embargo, el 90% de los especialistas aseguran que las personas con diabetes tipo 2, la más habitual, no se implica en el control de su enfermedad.
Esta doble paradoja nos hace reflexionar sobre la raíz del problema para solventarlo. Tal vez sea una falta de comunicación en la relación médico-paciente, o el conflicto lo haya generado el propio Sistema Nacional de Salud (SNS). La primera reflexión que habría que hacer sobre los datos de la encuesta, que citaba hace un momento, es si el paciente ha sido diagnosticado, informado y formado correctamente sobre su diabetes, pues se trata del paso imprescindible.
Además, para que pueda controlar su diabetes es condición sine qua non la formación terapéutica; se deben poner a su disposición las herramientas necesarias para su autogestión. Si no es así, nos encontraremos con un paciente sin preparación para entender la gravedad de la enfermedad, evitar o retrasar las múltiples complicaciones que la diabetes conlleva. Es complicado que un paciente, sin una información previa sobre la patología que sufre, pueda implicarse todo lo que requiere esta enfermedad.
A día de hoy el SNS no facilita al paciente la educación diabetológica necesaria y también es deficitario para con el paciente en dos de los pilares básicos de la diabetes: la alimentación y el ejercicio físico. No se abordan adecuadamente porque no se hace ver a los pacientes que forman parte de su tratamiento, al igual que la medicación.
Los pacientes acuden a Internet como principal fuente de información sobre diabetes, por delante de los profesionales médicos. La red es una herramienta interesante y necesaria en muchos aspectos de la vida, pero no en la salud, donde sólo se debería contar con la opinión y el criterio de los especialistas.
Esto podría tener buena solución si todas las partes implicadas nos propusiéramos hacer frente al problema y tomar cartas en el asunto. Como siempre, se choca con el gran muro de las administraciones sanitarias que, en lugar de fomentar espacios de encuentro, dejan pasar el tiempo sin dar respuesta a un tema serio de salud y que les explotará en las manos, más pronto que tarde, como avisan tanto la Federación Internacional de Diabetes como la Organización Mundial de la Salud. Burocracia aparte, pacientes y especialistas pueden y deben hacer un esfuerzo para que los diabéticos cuenten con toda la información necesaria sobre su enfermedad, para que se den cuenta de lo vital que es implicarse en ella y, así, ser protagonistas de su propio tratamiento.