Cinco comidas al día
La dieta para la diabetes pasa por la regularidad y la proporción adecuada de hidratos, grasas y proteínas.
La máquina mide glucosa, colesterol, triglicéridos y otros factores de riesgo cardiovascular.
LEÓN
Más de 366 millones de personas, o lo que es lo mismo, el 8,6% de la población adulta padecen diabetes tipo 2 o mellitus en el mundo. En España hay 2,5 millones de personas diabéticas, 200.000 en Castilla y León y más de 30.000 en la provincia leonesa.
La diabetes se considera un problema de salud mundial y, de no frenarse, alcanzará dimensiones de epidemia en el 2030. En el control de la diabetes tipo 2 y sus consecuencias para la salud, la dieta juega un papel fundamental.
La alimentación en la diabetes es el tema de la conferencia que ofrece hoy en Ponferrada la vocal de Nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de León Marta Rodríguez Tato, graduada en Dietética y Nutrición y especialista en Nutrición celular y en Homeopatía, dentro de una actividad organizada por la Asociación de Diabétic@s del Bierzo.
Cuidando tu alimentación mejorará tu diabetes es el título de la charla en la que la experta hará hincapié en la regularidad de las comidas —cinco al día— como un factor equilibrante para la glucosa así como en la ingesta de la proporción adecuada de hidratos, grasas y proteínas. Para un control estricto de la dieta, aclara, «no se debe comer mucha proteína y poco hidrato, o viceversa», agrega.
Inspirada en la idea de Maimónides (1199) de que «cualquier enfermedad que pueda ser curada sólo con dieta no debe ser tratada de otra forma», Marta Rodríguez Tato subraya que la pérdida de peso debe ser un objetivo prioritario para las personas que padecen diabetes. «Reducciones de un 5% de su peso inicial mejoran la insulino resistencia, nivel de glucosa, dislipemias y presión arterial», explica.
La buena dieta empieza por un desayuno adecuado, la asignatura pendiente de gran parte de la población española y en especial de la diabética.
Se deben consumir lácteos descremados y en cantidades controladas por la lactosa y el alto contenido en proteína. El consumo de huevo se limita a tres veces por semana y es muy aconsejable consumir verduras de todo tipo y color, preparadas al horno, al vapor o con salsa sin fritura. Su rico aporte en vitaminas y minerales no afectan a los valores en glucosa de la sangre. La farmacéutica recuerda que con la patata hay que tomar ciertas precauciones —se trata igual que un cereal— por su alto contenido en hidratos.
Carnes (vacuno, pollo sin piel) y pescados magros, por su de hierro y proteínas de alto valor biológico. Frutas de todo tipo y color, distribuidas durante el día en cantidades controladas ya que aportan «fructosa» (azúcar de la fruta) y son ricas en vitaminas, minerales y fibras.
Se prefieren cereales y derivados integrales (arroz, pan, harinas integrales), legumbres, ya que aportan fibras y vitaminas del complejo B. El aceite se prefiere para condimentar. Por su origen vegetal carece de colesterol y aporta vitamina E y ácidos grasos esenciales. Pero hay que controlar su consumo para evitar las calorías y procurar consumirla en crudo.
Otro consejo conocido, que no siempre observado, es moderar el consumo de sal. Se recomienda sustituir por hierbas y especies aromáticas como albahaca, estragón, laurel, pimienta, orégano, limón, vinagre, comino.
La responsable de Nutrición del COF de León recomienda asimismo ingerir abundante cantidad de líquidos, al menos 2 litros diarios, en forma de agua mineral, caldos, bebidas sin azúcar e infusiones.
Tan importante como la alimentación es el ejercicio. «Nos ayuda a controlar el peso, y disminuye las concentración de glucosa en sangre», subraya. La constancia y el tesón, transformados en rutina, redundarán en «calidad y aumento de la esperanza de vida en condiciones óptimas», concluye Tato.