El baño más saludable

LEÓN

Micosis, deshidratación, golpes de calor, insolación, quemaduras, conjuntivitis y pediculosis (piojos) son parte de los riesgos de disfrutar de los lugares públicos durante el verano. El Colegio de Farmacéuticos de León alerta de los problemas para la salud si no se mantiene una actitud vigilante en higiene y alimentación, sobre todo en los menores y las personas mayores, que son las más vulnerables a los cambios de contumbres y horarios durante el verano.

La vocal de la Oficina de Farmacia del colegio, Magdalena Sánchez, aconseja extremar las precauciones.

Micosis

Los hongos tienen su hábitat en lugares húmedos por eso las piscinas son un terreno abonado para su proliferación. «Se pueden coger al caminar por los pedilubios sin protección lo mismo que se se camina por superficies donde se ha estancado el agua por rebose de la piscina», explica Sánchez. La contaminación por hongos afecta sobre todo a los pies pero también es terreno abonado para el resto de la piel y los genitales por mantener humedad en la zona si se mantine la ropa húmeda en el cuerpo. «Nuestra recomendación es la protección de los pies con calzado adecuado y en caso de infección por hongos el paciente debe ir al médico, especialista que le pondrá el tratamiento antimocótico por vía tópica, y en caso de resistencia, por vía oral».

Deshidratación

Hay que beber al menos dos litros de agua para evitar que el cuerpo se deshidrate por las altas temperaturas. «En necesario beber líquidos de forma frecuente, para evitar sufrir deshidratación, golpes de calor o insolación, y cubrir bien la cabeza con gorros». Son síntomas de alarma la fiebre, el mareo y la pérdida de fuerzas. Es importante saber detectar los síntomas del golpe de calor como dolor de cabeza, sensación de boca seca y pastosa, náuseas, vómitos, mareos, escalofríos, piel seca y enrojecida, calambres musculares en brazos, piernas o vientre, desorientación, perdida de conciencia o confusión y no sudoración ante las temperaturas altas.

Protección solar

Aunque el color de la piel bronceada se asimila a la buena salud, el sol puede provocar trastornos, dos tipos de trastornos: los visibles y los invisibles. Las personas que han abusado del sol pueden experimentar, con el tiempo, manchas en la piel, arrugas y cataratas, y a la larga cáncer cutáneo o tumoraciones superficiales.

«Es importantísimo tener una adecuada protección solar con productos de calidad y utilizados correctamente, con la cantidad adecuada, extendiendo media hora antes de la exposición al sol, sin olvidar orejas y nariz y repitiendo cada dos horas, ya que el producto no tiene una protección indefinida», explica Magdalena Sánchez.

Pero la protección frente al sol no se debe dejar fuera de las medidas de prevención a los ojos. «Es importante la protección de los ojos, con gafas de sol o protectores de ojos, pues prevenimos problemas como la catarata y otras degeneraciones».

Conjuntivitis

El cloro presente en el agua de las piscinas produce irritaciones que pueden ser de leves a moderadas en muchas personas. «La prevención pasa por usar gafas si se sumergen bajo el agua, y con el uso de colirios humectantes para estar más protegido. En caso de conjuntivitis se pueden tratar con colirios adecuados para tratar una leve irritación o consultar al médico para que evalúe el daño y prescriba algo más específico».

Piojos

La prevención de la pediculosis (piojos) sólo será mediante observación frecuente «y se tratará solamente en caso de infectación con el pediculicida adecuado según la edad de la persona afectada y el grado de infestación del paciente. El farmacéutico puede aconsejar el producto más eficaz en cada caso.