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Montaña sin barreras

Pandetrave hace accesible el senderismo y la montaña a personas con discapacidad .

Marce Fernández es montañero y voluntario del Club Pandetrave, que ‘lleva’ la montaña a las personas con discapacidad.

León

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Montañero de toda la vida, Marce Fernández es uno de los voluntarios leoneses que ha impulsado el primer club de Castilla y León para hacer accesible el senderismo y el montañismo a personas con discapacidad. Todo empezó con la enfermedad del nervio óptico que privó de la vista a un amigo montañero, Luis Cosío.

Así nació el Club Pandetrave de Montañismo para personas con discapacidad, una experiencia única en la Comunidad que se ha consolidado y está integrando sus actividades en la Federación de Montañismo de Castilla y León.

«Nos pusimos en contacto con la Federación Española de Deportes para Ciegos (Fedc) y empezamos con personas con discapacidad visual», explica. Primero se entrenaron con la barra direccional para conducir a personas ciegas o con deficiencias visuales por la montaña —hacen falta dos voluntarios por barra— y luego se dieron cuenta de que podían ayudar a disfrutar de la montaña a personas con otras discapacidades y ampliaron su espectro.

Ya han organizado dos jornadas de Montaña y Discapacidad en Lario y en Sabero en colaboración con la Fundación Patrimonio Natural y pronto contarán con la primera joëlette para transportar a personas que habitualmente se mueven en silla de ruedas.

«Lo ideal hubiera sido que la comprara una institución y nos la cediera, pero al final se ha implicado la Federación de Montaña de Castilla y León», apunta, tal y como ha hecho una asociación turística de Burgos donde se celebró la última marcha inclusiva gracias a que disponían de cuatro joëlettes .

Para Marce Fernández, la integración de las personas con discapacidad en el montañismo está en total sintonía con los valores tradicionales del montañismo: «Esfuerzo, solidaridad y superación». Recuerda que cuando comenzó «todos nos ayudábamos y los veteranos nos enseñaban», explica.

En la montaña, añade, «lo que para unos es un paseo para estas personas es un 8.000» y centrarse en facilitar esta gesta hace olvidarse de «la rivalidad y la competición» que tan presente está ahora en el deporte de montaña.

El club busca personas que quiren sumarse al voluntariado, tanto para llevar las barras y la joëlette como para colaborar en otros aspectos de la organización como son el apoyo sanitario o el mantenimiento del blog y las redes sociales. Actualmente cuentan con 11 voluntarios para movilidad y guiado de personas con discapacidad. Anima a los jóvenes montañeros a dedicar una parte de su tiempo a esta labor de voluntariado: «Quien prueba se engancha porque haces que el reto de la persona a la que ayudas sea tuyo propio», apostilla.

Marce Fernández se ha convertido en un experto en la barra direccional y una de las personas que está capacitada para entrenar a nuevos voluntarios y también en un rastreador de rutas para evaluar las necesidades antes de lanzarse a la montaña con las personas con discapacidad.

«Nuestra mentalidad es adaptarnos nosotros a la montaña porque adaptar zonas es muy costoso y al final siempre limitan y suelen terminar en ninguna parte», explica. Hacer inclusivo el montañismo y el senderismo a través de los clubes supone abrir esta opción de ocio y turismo a todas las asociaciones y personas con discapacidad.

Actualmente, Fernández está enfrascado en la organización del descenso del Sella en el que participará el club Pandetrave con un grupo de personas con discapacidad.