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Para que el ojo todo lo vea

Por comodidad o por necesidad, las personas recurren a la cirugía refractiva para corregir hipermetropía, miopía y astigmatismo.

La intervención con láser es un procedimiento sencillo que dura menos de media hora.

León

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LEÓN

La cirugía refractiva corrige los defectos de la visión que provocan la miopía, el astigmatismo y la hipermetropía. La introducción de técnicas de última generación como el láser Excímer, permiten una intervención más rápida, segura y personalizada. La técnica modifica la curvatura de la córnea. Una operación sencilla, que dura apenas media hora, que permite recuperar dioptrias.

El director médico de la Clínica San Francisco, Jesús Saz, asegura que el éxito de la intervención está en la elección de los pacientes, ya que la técnica no funciona en todos por igual. «Esta cirugía está indicada para personas mayores de 20 años que tienen estabilizada la evolución de su defecto de visión. A partir de ahí es el especialista el que determina la conveniencia o no de la cirugía». La Clínica San Francisco acaba de incorporar esta técnica con láser Excimer, aunque la cirugía también se realiza en otros centros privados de León ya que es una operación que no cubre la seguridad social. «En el 90% de las intervenciones no es por una razón médica sino que es cosmética y por ganar comodidad», asegura el oftalmólogo Manuel Franco Benito. «Sin embargo hay muchas personas que recurren que se operan por razones laborales ya que en muchos trabajos, como es el caso de las fuerzas de seguridad del Estado, necesitan tener una visión óptima para superar las pruebas de acceso». Los deportistas son clientes habituales de la cirugía refractiva por la comodidad que supone la práctica de ejercicio sin necesidad de recurrir a las gafas o las lentillas. «Las personas que practican cualquier tipo de deporte se interesan más por esta cirugía. El cambio y el bienestar que supone prescindir de las gafas es un salto importante para la calidad de vida».

Aunque la cirugía refractiva tuvo su máximo apogeo en los años 90, ahora han cambiado los métodos y los patrones con los que se trabaja. Los nuevos láseres permiten abordar a los pacientes con mayor seguridad.

El precio de la intervención ronda los 1.500 euros por cada ojo. «El paciente no necesita ingreso, es una intervención ambulatoria que dura como mucho media hora. Los beneficios son muchos», asegura Jesús Saz.

Otro de los requisitos que analizan los oftalmólogos para aconsejar esta cirugía es que el paciente miope tenga un defecto menor a los ocho dioptrias. «Siempre hay que analizar el grado del defecto que tiene el paciente y las características de la cornea, que es lo que va a decidir qué hacer». Saz destaca que la miopía es el defecto más corriente por el cual se recurre a esta técnica».

La técnica es segura. Las complicaciones que pueden surgir son las mismas que con cualquier intervención menor. «Tenemos mucha experiencia. Ya se han hecho muchas intervenciones de este tipo con esta técnica y los resultados suponen un alivio espectacular para los pacientes». Casi el 100% de los pacientes que recurren a esta cirugía corrige su defecto de visión para siempre. «Hay casos en los que después de diez años el defecto de visión progresa un poco y de pasar a cero dioptrias se puede recuperar media o una, pero eso es muy poco y siempre se puede evaluar la posibilidad de dar un retoque con láser para recuperar».

El láser, con su precisión, permite tallar la córnea, adecuar su curvatura eliminando las cantidades de tejido corneal necesarias y modificar la refracción ocular para conseguir el correcto enfoque de la imagen en la retina.

La técnica Lasik es la más común. El láser Excímer es el apropiado para tratar miopías de entre 1 y 10 dioptrías e hipermetropías de entre 1 y 5 dioptrías, con o sin astigmatismo. La cirugía se hace con anestesia es local.