La juventud puede parar la violencia de género

La actualidad nos devora, mordisco a mordisco, alejándonos cada vez más de conseguir una igualdad real que no caiga en el olvido como papel mojado. La realidad es abrumadora: nos queremos vivas.

Una pregunta que sigue retumbando en nuestras mentes, ¿por qué cada vez más chicas jóvenes se ven envueltas en una relación de violencia de género? La respuesta más inmediata y simple es que no se ha trabajado lo suficiente, ni se han invertido los recursos necesarios en prevención. No ha interesado trabajar en igualdad, puesto que sigue siendo un tema que revuelve mentes y estómagos. Presupone remover toda la estructura que sigue manteniendo la discriminación y violencia hacia las mujeres, por el mero hecho de ser mujeres. Debemos exigir que se cumpla la ley y se trabaje de manera transversal en igualdad y coeducación.

¿Cómo es posible ser conscientes de que sufrimos violencia si no la detectamos? Sí, se trata de una pregunta tramposa pero tremendamente realista. Los ideales de relaciones amorosas que siguen vigentes nos muestran modelos de relaciones abusivas en las que tiene cabida cualquier tipo de comportamiento agresivo, ya que es la «mejor muestra de amor», porque si alguien me quiere «perderá el control». Es difícil que reconozcamos la violencia cuando pensamos no sólo que no lo es, sino que son demostraciones de amor. Otro problema fundamental es la opinión, aún vigente, de que se trata de asuntos privados, «eso depende de cada pareja», «si ella se deja». Debemos asumir la responsabilidad y ser conscientes de que se trata de un delito público, y arrinconar las teorías discriminatorias que asumen, dejando bajo el yugo a la víctima, que «son cuestiones privadas».

Tenemos que saber identificar las situaciones y proponer nuevas relaciones de pareja que se basen en el respeto y el buen trato, olvidando viejas ideas como «quien bien te quiere te hará llorar» y «amar es sufrir».

ADAVAS es una organización sin ánimo de lucro, creada en 1991. Cuenta con dos servicios consolidados a lo largo de los años: el servicio asistencial (asistencia jurídica, psicológica y social gratuita a víctimas de violencia sexual y/o malos tratos de pareja), y el servicio de prevención- sensibilización (impartición de charlas, cursos de prevención para menores o adolescentes, cursos de formación…).