Nueva técnica para la discopatía
El traumatólogo Antonio Rodríguez introduce en León un nuevo método no invasivo para la hernia discal y otras patologías.
LEÓN
La discopatía es una patología en la que todo o parte de un disco de la columna (intervertebral) se deshidrata, pierde altura (disco negro) y en numerosas ocasiones, se desplaza a través de un ligamento debilitado. Este disco produce dolor por su deterioro, y la parte herniada puede ejercer presión en los nervios o la médula espinal, provocando lesiones neurológicas o dolor ciático.
«Los métodos conservadores de tratamiento van de la fisioterapia a la terapia contra el dolor», comenta el doctor Antonio Rodríguez, que realiza en León una técnica pionera para evitar o retrasar la cirugía. «Una vez agotados estos métodos el procedimiento de Prgf Discogel se presenta como la mejor alternativa antes de llegar a una cirugía abierta», asegura.
Según el traumatólogo, con este método «se ha demostrado muy efectivo el control del dolor lumbar, ciatálgico producto de la discopatía con o sin hernia discal e incluso después del fracaso de una cirugía abierta».
Los estudios existentes estiman que el 40% de las cirugías no son efectivas de cara a aliviar el dolor o se complican. Con esta nueva técnica existe la opción de un procedimiento ambulatorio sin ingreso y mínimamente invasivo.
¿Qué es?
El Prgf Discogel es una quimionucleolisis endoscópica percutánea que se realiza de forma percutánea con una invasión máxima de 4mm, por lo que no requiere puntos. «Esta intervención consiste en introducir lateralmente una aguja guía y una cánula de trabajo a través de una pequeña incisión en la piel hasta el disco afectado», precisa Rodríguez.
La posición de la aguja se determina mediante Rayos X. Además de la mínima invasividad del procedimiento, que permite evitar fibrosis cicatricial y daño innecesario a las estructuras de la columna vertebral, el médico destaca que «el paciente no necesita anestesia general y puede irse a casa unas horas después del tratamiento a diferencia de otras técnicas quirúrgicas».
Una vez finalizada la intervención, no se necesitan suturas de ningún tipo. Un simple apósito puede cerrar la herida. Con el método que practica el doctor Rodríguez, se evita el riesgo de la «fibrosis cicatricial que es muy frecuente en cirugías abiertas y que pueden afectar en los nervios y provocar irritaciones, inflamaciones y trastornos de la función nerviosa», explica.
Recuperación más rápida
El médico subraya que al tratarse de una técnica de tipo ambulatorio, donde la agresión es mínima, «el paciente intervenido es dado de alta en una hora después de terminada la cirugía». También asegura que el éxito es muy alto. Las estadísticas publicadas recogen que menos de un 20% de los pacientes requieren posteriormente cirugía con lo que el éxito supera el 80% en el control de los síntomas. Los dolores de espalda y ciáticas producidas por discopatías «suelen desaparecer en el momento y hasta dos semanas después de la intervención y el paciente puede restablecer su actividad normal al cabo de dos o tres días», añade.
Antonio Rodríguez asegura que entre el 80- 85% de los pacientes que son sometidos a la intervención «presentan mejoría clínica significativa como para evitar procedimientos más agresivos».
Además de ser una técnica indicada y muy efectiva para el tratamiento de la discopatía lumbar, cervical con o sin hernia contenida, la nueva técnica se aplica para fracturas vertebrales, síndrome facetario, edemas de platillos vertebrales, lesiones de raíces nerviosas por discopatía. «Es una alternativa del tratamiento invasivo para la patología degenerativa discal lumbar compresiva», recalca.