SANIDAD
La consulta violeta del Bierzo
La Unidad de la Mujer del Hospital del Bierzo, que concentró Ginecología, Obstetricia y Planificación Familiar en una planta intercomunicada, es la única en la Comunidad con consulta de embarazo por la tarde
El Hospital del Bierzo cuenta con una Unidad de la Mujer desde hace cuatro años que nació como respuesta a la necesidad de aprovechar al máximo los recursos y con el espíritu de ofrecer a las mujeres un servicio más acorde con el siglo XXI.
En el antiguo hospital de día del centro hospitalario berciano se concentraron todas las consultas de Ginecología, Obstetricia, Oncología Ginecológica, Patologia Cervical, Colposcopia, Ecografía Obstétrica y de gran resolución y Planificación Familiar. Todo está en el mismo pasillo y las salas están comunicadas entre sí y con un aspecto externo nada común en un centro hospitalario. El servicio optó por los colores lila, rosa y salmón para diferenciar los espacios y hacer más acogedora la espera y las consultas. La sala de espera es el pasillo, pero la organización de las consultas en agenda facilita que no se produzcan aglomeraciones como sucedía antes.
La Unidad de la Mujer es más que un espacio nuevo y diferente. Pero la reordenación del espacio, junto con mejores dotaciones de ecógrafos, ha permitido reforzar el trabajo en equipo y asumir tareas que redundan en la calidad asistencial y en una reducción de las consultas. En concreto, comenta la jefa del Servicio, la ginecóloga Olga González, la Unidad de la Mujer ha asumido el 100% de la ecografía ginecológica. Muchas son ecografías de alta resolución y hacerlas en la misma consulta, en lugar de derivarlas a Radiología, permite ver, explorar y hacer la prueba en el mismo acto médico.
Esta reordenación afecta de modo especial a las pacientes con problemas oncológicos o que revistan gravedad, ya que se reduce el tiempo de espera para tener un diagnóstico y el tratamiento correspondiente.
El diseño adoptado también facilita el trabajo en equipo. «Al estar intercomunicadas las consultas es posible intercambiar opiniones entre nosotros», explica Olga González. Por las sesiones clínicas, todo el grupo de trabajo conoce a todas las pacientes.
Pero si hay una cosa que diferencia a la Unidad de la Mujer del Hospital del Bierzo de todos los hospitales públicos de la Comunidad y de muchos del país es que es el único que ofrece consultas de embarazo en horario de tarde. De lunes a jueves se atiende a estas mujeres que sólo tienen que asistir por la mañana a cuestiones de análiticas y las tres ecografías que la sanidad pública tiene en la cartera de servicios para las embarazadas.«Para muchas es más fácil venir por la tarde, sobre todo las que trabajan», explica González.
En este equipo mayoritariamente femenino —son nueve ginecólogas y un ginecólogo— y cuyas pacientes son todas mujeres se ha aplicado la perspectiva de género de una manera natural. Al mismo tiempo «ha afianzado el trabajo en equipo y la calidad del servicio en el conjunto del hospital», apunta la responsable.
«Haber separado de la consulta general la patología cervical y la oncología ginecológica es muy importante porque no es lo mismo una paciente que va a Ginecología por un problema de ciclo menstrual que cuando hay una patología oncológica o de cuello uterino», precisa. Estas últimas pacientes «necesitan otro tiempo de atención», añade.
Desde el año pasado, la Unidad de la Mujer cuenta además con dos ecógrafos nuevos, de manera que cada consulta cuenta con uno de estos aparatos.
Olga González explica que el equipo planteó estas modificaciones espaciales y de organización porque «el servicio se había quedado un poco anticuado». El anterior gerente, Alfonso Rodríguez Hevia, «nos ofreció el local» y todo el equipo participó en el diseño.
Las mujeres y quienes las acompañan también tienen la ventaja de que «no tienen que andar dando vueltas por el hospital» en busca de las diferentes consultas. Con cuatro años ya rodados, la Unidad de la Mujer aspira a nuevas mejorías como es la implantación de alguna consulta interdisciplinar.
La consulta específica del suelo pélvico, con la participación del servicio de Urología y Fisioterapia, es una de sus prioridades. Actualmente, el servicio realiza cirugía de suelo pélvico, con implantación de mallas de incontinencia y corrección de prolapsos.
A muchas mujeres les recomiendan el trabajo de suelo pélvico con especialistas antes y después de la cirugía. «Hay mujeres con pequeños problemas que sólo con fisioterapia ya mejoran», explica.
También querrían contar con una consulta interdisciplinar con Oncología, cosa que por ahora no es posible por las dimensiones del servicio. No obstante, la comunicación con los especialistas de este servicio «es muy estrecha», lo que facilita la atención integral de las pacientes.
En cuanto a los partos, el equipo sigue las recomendaciones del Plan Nacional sobre el Parto de Baja Intervención. Con 700 partos al año, una media de dos al día, «nuestras matronas y ginecólogos puedan prestar una atención muy individualizada a cada paciente», explica Olga González.
En la sala de dilatación hay música, pelotas, la lámpara de sal y las mujeres pueden parir en la postura que deseen siempre que no haya inconvenientes de salud que lo desaconsejen.
La jefa de la unidad admite que «hemos tenido épocas de muchas cesáreas, pero sólo estamos un ginecólogo de guardia y hay cosas que no se pueden afrontar sin el apoyo de otro especialista», explica. «Somos vaginalistas pero la prioridad es el bienestar de la madre y del bebé y trabajamos con pacientes, no con estadísticas», precisa.
«Nos hemos autoevaluado y vimos que hace dos años, uno de los que tuvimos un mayor índice de cesáreas, también tuvimos un número muy superior de partos podálicos (de nalgas)», subraya. Para este tipo de partos la Unidad de la Mujer también practica la versión cefálica externa (intentar dar la vuelta al bebé que viene de nalgas) de forma monitorizada. Al Caule solo se derivan los bebés muy prematuros y algunas patologías oncológicas especiales.