Bicicletas con desfibrilador

LEÓN

Cruz Roja de León es la asamblea pionera en Castilla y León en la incorporación de bicicletas con desfibrilador a sus dispositivos de socorrismo y emergencia. Una medida que han imitado este año en otras provincias como Valladolid, se puso en marcha en León hace cinco años.

«Fue a raíz de un evento en el que no nos permitían acceder con vehículos y tuvimos que buscar una solución», explica Asunción Álvarez Suárez, directora Provincial de Socorros y Emergencias. León cuenta con dos bicicletas para la capital y otras dos en Villablino que son conducidas por personal voluntario especialmente formado y cada dos años tiene que actualizar sus conocimientos.

El voluntariado está conectado permanentemente con una emisora para dar cuenta de cualquier incidencia que pudiera requerir la asistencia de otros medios de emergencia.

El uso de las bicicletas con cardioprotección se extiende ahora a otras entidades. Es el caso de la Policía Local de Valladolid t y del Cuerpo Nacional de Policía, que acaba de ser reforzada con cinco bicicletas con desfibrilador para el evento solidario Ruta 091 gracias a la colaboración de la empresa Phillips, según una nota de prensa.

Los dispositivos están a cargo de un equipo de técnicos de emergencias que circulan entre los participantes, de manera a posicionarse a menos de cinco minutos de cada corredor, potencial víctima de Paro Cardíaco Súbito (PCS). El equipo de cardioprotección actúa en coordinación con el servicio médico de las carreras y es el responsable de activar la cadena de supervivencia para acelerar al máximo el tiempo de respuesta del dispositivo de emergencias.

«La cardioprotección ha dejado de ser algo que es bueno tener a convertirse en algo que es imperativo tener. El objetivo es estar preparados para atender a posibles víctimas en el menor tiempo posible y así evitar daños neuronales o la muerte», comenta Antonio Nevado, director de Comunicación del Cuerpo de la Policía Nacional.

En Castilla y León, la Junta ha regulado, mediante Decreto, los requisitos para la instalación de desfibriladores externos semiautomáticos (Desa) en centros no sanitarios y para obtener la formación necesaria para su utilización, por parte de personal no sanitario, la cual será impartida por instructores acreditados en soporte vital básico o avanzado, preferiblemente profesional médico o de enfermería (según la American Heart Association y el Consejo Europeo de Resucitación).

Cada año se producen en España más de 30.000 paradas cardíacas, con una supervivencia del 5%. En el mundo del deporte, profesional o amateur, muere una media de 120 personas al año por esta causa en España.

De acuerdo con el consenso sobre instalación de desfibriladores en espacios públicos, elaborado por el Consejo Español de Resucitación cardiopulmonar y la Fundación Gaspar Casal, la desfibrilación es la única intervención eficaz que existe para tratar el paro cardíaco. Un acceso rápido a la desfibrilación podría aumentar las probabilidades de supervivencia en 3 de cada 4 casos de paro cardíaco repentino.

Las características de los actuales desfibriladores, automatizados y seguros, ha motivado que la comunidad científica recomiende en su conjunto la difusión e implantación de esta tecnología en áreas de acceso público.