¿Cuándo hay que plantearse la retirada de medicamentos»
PACIENTES POLIMEDICADOS
Especialmente ancianos. La retirada de medicamentos en pacientes ancianos polimedicados pueden mejorar su estado cognitivo, reducir el riesgo de caídas y mejorar la calidad de la vida, sin producir deterioro en las condiciones del paciente ni reaparición de los síntomas.
REACCIONES ADVERSAS
Se incluyen eventos frecuentes en personas mayores, con consecuencias potencialmente graves. Muchos de ellos se han considerado normalmente asociados al envejecimiento, como las caídas, desorientación y disminución cognitiva, o trastornos de conducta, como agitación. Según algunos autores, «cada síntoma en un paciente mayor debe considerase una reacción al medicamentos, mientras no se demuestre lo contrario».
OBJETIVOS TERAPÉUTICOS
Sobre todo ante una enfermedad crónica avanzada, incluidas enfermedades oncológicas o demencia en un estado avanzado. A medida que la enfermedad progresa y es más claro que la prevención o la curación no son objetivos realistas, un enfoque individualizado y consensuado con el paciente más dirigido a la paliación y control de los síntomas puede ser el más adecuado; en otras situaciones se puede combinar o anteponer el deseo o la necesidad de mantener la capacidad de interactuar con el entorno o de dejar resueltas algunas situaciones familiares o asuntos prácticos. Este cambio de enfoque, debería ir acompañado de una revisión del tratamiento con la retirada de los medicamentos que ya no se ajustan a los objetivos por ej. por tener un objetivo preventivo que se ajusta mal a la situación, o se trata de medicamentos que necesitan un tiempo largo, posiblemente incluso superior a la esperanza de vida de la persona, para ser efectivos.
FALTA DE EFECTIVIDAD
El medicamento deja de hacer efecto por alguno de los siguientes motivos: medicamento no indicado, falta de evidencia sobre los beneficios en general o en la población anciana, existencia de recomendaciones en contra del uso del medicamento en personas mayores o con problemas específicos de salud.
La decisión de desprescribir medicamentos tiene que ser compartida con el paciente. Es importante gestionar las expectativas del paciente al inicio del tratamiento.