Diario de León

medicación innecesaria

Mejor con menos pastillas

Se llama desprescripción y es la apuesta de los profesionales sanitarios para retirar medicación innecesaria. Ya hay hospitales que utilizan la inteligencia artificial para analizar los tratamientos.

Servicio de la Farmacia Hospitalaria en el Complejo Asistencial Universitario de León.

Servicio de la Farmacia Hospitalaria en el Complejo Asistencial Universitario de León.

León

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El proyecto de Sacyl ‘Si no es necesario puede hacer daño’ tiene como objetivo implementar las recomendaciones de las sociedades científicas sobre prácticas que, según los últimos estudios, podrían dejar de llevarse a cabo porque no aportan ningún valor al paciente y en algunos casos podrían causarle daño. Esta estrategia permite reducir en el área sanitaria de León un 10% las pruebas de imagen en pacientes con lumbagia sin signos de alarma (-4%), determinación de PSA a hombres asintomáticos sin antecedentes familiares de primer grado de cáncer de próstata (-4%) y determinación de hemoglobina glicosilada con una periodicidad superior a tres meses (-18%)

La Farmacia Hospitalaria sigue un camino parecido con los medicamentos. Se llama desprescripción y, en algunos hospitales del país se sirve de la inteligencia artificial para analizar medicamentos a 150 pacientes por minuto. El consumo de medicamentos no deja de crecer y cada vez hay más pacientes polimedicalizados. Los profesionales sanitarios emprenden ahora el camino a la inversa. Retirar medicación apoyándose en softwares especializados. La tecnología, presentada en el 63 Congreso de la Sefh celebrado en noviembre en Palma de Mallorca, todavía no ha llegado al Hospital de León pero ya prueba en otros centros hospitalarios como del Hospital de Parapléjicos de Toledo. El especialista de este centro, David García Marcos, explicó en este congreso la experiencia ‘Altomedicamentos’, una herramienta de inteligencia artificial que les permite evaluar la optimización de la medicación en los centros de su área sanitaria. El objetivo es desprescribir en situación concretas clínicas de forma automática. El sistema analiza 150 pacientes por minutos y señala los medicamentos que son peligrosos y permite realizar la retirada priorizando por grupos de medicamentos. En los centros sanitarios, la revisión de la medicación se puede realizar hasta en un 73% de los casos o en cifras inferiores si se trata de una residencia de personas mayores, donde la mayoría son pacientes frágiles muy medicados.

La Consejería de Sanidad de Castilla y León revisó recientemente su Plan Terapéutico del Paciente, en el que ya se contempla la desprescripción de medicamentos. «Se entiende por desprescripción la retirada planificada y estandarizada de la medicación crónica. Ampliamente recomendada en personas mayores, debería ser individualizada y regirse por el sentido común», según se lee en el documento dirigido a los profesionales sanitarios.

Los profesionales sanitarios de Castilla y León consideran, según se lee en el documento, que la desprescripción puede tener consecuencias positivas, como son una mayor satisfacción del paciente, mejoras funcionales y de la calidad de vida, reducción del riesgo de efectos adversos e interacciones, reducción del coste para el paciente y para la comunidad. Sin embargo, también puede haber consecuencias negativas si no se realiza adecuadamente, como son la aparición del síndrome de retirada, efecto rebote, desenmascaramiento de interacciones o reaparición de los síntomas que llevaron a prescribir esos medicamentos.

La revista Archives of Internal Medicine publicó en el año 2015 un artículo con un compendio de experiencias que siguen visites en 2018 para realizar una prescripción prudente de medicamentos con 24 recomendaciones para los sanitarios entre las que destacan las siguientes:

1. Busca en primera instancia alternativas no farmacológicas.

2. Considera las causas subyacentes, potencialmente tratables, de los problemas, en lugar de tratar los síntomas con medicamentos.

3. Busca oportunidades para la prevención en lugar de centrarte en el tratamiento de síntomas o de una enfermedad avanzada.

4. Siempre que sea posible utiliza el tiempo como un test diagnóticos y terapéutico.

5. Maneja pocos medicamentos, pero aprende a utilizarlos bien.

6. Evita el cambio continuo a nuevos medicamentos sin tener motivos claros y concluyentes basados en la evidencia.

7. Siempre que sea posible comienza el tratamiento con un solo fármaco.

8. Ante un nuevo problema de salud, piensa en primer lugar si puede tratarse a una reacción adversa a un medicamento.

9. Considera si no están promoviendo y a la vez tratando un síndrome de abstinencia.

10. Informa a los pacientes de las posibles reacciones adversas que pueden provocar sus medicamentos para que sean capaces de reconocerlas lo más pronto posible en caso de que aparezcan.

11. Piensa más allá de los beneficios a corto plazo.

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