Ojo clínico contra el maltrato
Las consultas médicas de León y el Bierzo detectan 321 casos de violencia machista en los dos últimos años.
Una acción callejera de denuncia de la violencia machista simboliza las siluetas de las mujeres asesinadas. RAMÓN DE LA ROSA
LEÓN
Te doy mis ojos , una película clave sobre la violencia de género, pone en evidencia la ceguera de los servicios sanitarios ante el problema. La mujer tiene varios partes médicos en los que las lesiones con las que acude al hospital por maltrato de su marido aparecen como caídas por la escalera. Es lo que ella cuenta. Se trata de una película de 2004, estrenada poco antes de que se aprobara, en el mes diciembre, la Ley Integral de Medidas contra la Violencia de Género. Las cosas han cambiado mucho, aunque la violencia machista no cesa.
Las Gerencias de Atención Primaria de las áreas de Salud de León y el Bierzo llevan la cuenta de 321 casos en 2017 y 2018 de mujeres que acudieron a los servicios de salud y presentaron evidencias o indicios de violencia de género.
En todos estos casos se activó el protocolo puesto en marcha por Sacyl hace ya varios años y que las sociedades médicas creen mejorable con un poco más de tiempo de dedicación en las consultas. Los 10 minutos que reclaman desde hace años.
Los casos de violencia de género detectados en León y el Bierzo son similares en 2017 y 2018. En León, se emitieron 89 partes en 2017 y 82 en 2018, mientras que en el Bierzo fueron 72 en 2017 y 72 en 2018. Proporcionalmente a la población, los casos detectados son más en el Bierzo que en León. Las jornadas ‘Empo(n)deradas’ que organiza el Ayuntamiento de Gradefes con dinero del Pacto de Estado contra la Violencia de Género arrancaron con un videofórum de este film de Itziar Bollaín, de 2004, y un coloquio en el que participaron el médico Alfonso Modino, la enfermera Socorro Herreros y la profesora de la Universidad de León, Marta Sofía López, miembro del Grupo Interdisciplinar de Estudios de Género de la Universidad de León.
El médico constató que en las consultas se pueden percibir señales que alertan de pacientes que son víctimas. El manejo depende mucho de cada profesional, de las habilidades y empatía que tenga. «En una ocasión la paciente llamó al 016 desde la misma consulta médica», explicó.
No se trata sólo de ver señales de golpes físicos, los que en la película y muchas veces en la realidad pasan como caídas por la escalera porque a la mujer le da vergüenza o no tiene valor para denunciar. «Cuando una mujer acude mucho al médico, está con antidepresivos y tranquilizantes, a veces algo pasa», aclara,