Diario de León

Alertan de que los tampones podrían ser peligrosos

Científicos de la Universidad de Columbia analizan marcas que se venden en países como España y hallan elementos tóxicos en todas las muestras

Imagen de archivo de unos tampones.

Imagen de archivo de unos tampones.Karolina Kaboompics/Pexels

Publicado por
Doménico Chiappe

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Al analizar 14 marcas de tampones vendidas en la Unión Europea y Estados Unidos, los investigadores de la Universidad de Columbia encontraron elevadas concentraciones de 16 metales, incluidos "tóxicos" como plomo, arsénico y cadmio. "Dado el potencial de absorción química vaginal, la alta prevalencia del uso regular de tampones y la plausibilidad de la presencia de metales en los tampones", explican los autores en el artículo 'Los tampones como fuente de exposición a metales', "evaluamos la variabilidad en las concentraciones de metales según varias características de los productos de tampones".

Antes de este estudio publicado en 'Environment International', era conocido que los tampones contenían hidrocarburos, parabenos o glifosato, pero no se había analizado la presencia de metales.

En la muestra compararon tampones orgánicos e inorgánicos, con aplicadores de plástico o cartón y diferentes marcas, incluyendo las blancas de supermercados, comprados hasta marzo de 2023 en tiendas minoristas. En España, los usan el 42,6% de las mujeres, según el Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina.

De lo hallado, lo que más resaltó fue la presencia de plomo. "Es preocupante que encontráramos plomo en todos los tampones analizados", indica el grupo de trabajo dirigido por Jenni A. Shearston. "No existe un nivel de exposición seguro al plomo. Cualquier proporción que pueda filtrarse fuera de un tampón y alcanzar la circulación sistémica podría contribuir a resultados negativos para la salud. El plomo se almacena en los huesos, donde reemplaza al calcio, y puede retenerse en el cuerpo durante décadas". La media de plomo fue de 120 nanogramos por gramo de muestra y el arsénico alcanzó dos nanogramos por gramo. La concentración más alta correspondió al zinc, con 52.000 nanogramos de metal por gramo de tampón. No se encontró otro elemento muy tóxico, el mercurio.

Entre los peligros del plomo, erradicado de gran parte de la industria, están "numerosos efectos adversos neurológicos, renales, cardiovasculares, hematológicos, inmunológicos, reproductivos y de desarrollo", indica la investigación.

Los metales podrían haber llegado a los compuestos de forma casual, por contaminación de la materia prima en "procesos agrícolas o de fabricación" o adrede. "Se pueden añadir intencionalmente metales a los tampones durante su fabricación para diversos fines. Por ejemplo, varios metales que detectamos pueden agregarse a los tampones como agentes antimicrobianos diseñados para liberarse del tampón cuando absorbe líquido de la menstruación".

Distinta concentración En el análisis de los productos y sus patentes se observó que los metales se añaden para controlar el olor, servir de lubricante "para ayudar a una inserción suave" y actuar como agentes antimicrobianos, "lo que quizás explique por qué los observamos en concentraciones tan altas".

Además en el estudio de "24 productos únicos" y "60 submuestras de tampones" se encontraron "diferencias significativas" entre las concentraciones promedio de metales entre tampones orgánicos y no orgánicos".

"La mayoría de los metales diferían según su estado orgánico", publican los autores. "Las concentraciones de plomo fueron mayores en los tampones no orgánicos, mientras que el arsénico fue mayor en los tampones orgánicos. Ninguna categoría tuvo concentraciones más bajas de todos o la mayoría de los metales".

Considerado un estudio piloto, los científicos señalan que la investigación requeriría ampliarse con muestras mayores y una línea adicional que determine si estos metales son absorbidos, y en qué medida, por las usuarias.

Hasta entonces, las conclusiones del estudio sirven de advertencia: "Los tampones pueden contener metales provenientes de procesos agrícolas o de fabricación, que podrían ser absorbidos por el tejido altamente absorbente de la vagina, lo que resultaría en una exposición sistémica".

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