El poder del lenguaje
No es un libro al uso, sino una síntesis de las últimas jornadas sobre lenguaje y género organizadas por la Asociación Leonesa de Mujeres Flora Tristán y patrocinadas por la Junta de Castilla y León. El sexismo en el lenguaje provoca reacciones encontradas incluso entre las mujeres, por lo que decidieron invitar a una serie de investigadoras que han puesto en evidencia la trascendencia del verbo en la conformación de la realidad. El diccionario recrea, de este modo, el orden social y depara no pocas sorpresas para los más incrédulos: la voz prostituta aparece 34 veces en el DRAE y la palabra ramera 44, lo que pone al descubierto «la excesiva frecuencia» con que lo femenino «es minusvalorado, cuando no denigrado». Pero lo realmente angustioso, opinan las autoras, es la ausencia del punto de vista de las mujeres. El taller de lenguaje, que dirige habitualmente Olga Castrillo, pone en evidencia el uso sexista del lenguaje en la vida cotidiana a través de una fórmula muy sencilla. Si se invierte la frase y se coloca en lugar de mujer la palabra hombre y la «frase nos parece inadecuada es señal de que la original es sexista». Las autoras defienden que cuando la sociedad evoluciona, el lenguaje ha de cambiar para adaptarse a las nuevas situaciones. Y esto no se consigue unificando vocablos referidos a ambos sexos ocultando siempre a las mujeres, mientras, contrariamente a esa supuesta economía de la lengua, se multiplican el número de vocablos para designar a los hombres. «La palabra regalada a los hombres que a nosotras más nos molesta es varón», un uso que procede la América hispanohablante y que sustituye a la palabra macho. Para colmo, la definición del diccionario atribuye sólo a los varones la capacidad de engendrar, mientras que las hembras sólo participan «pariendo». dl | león Título: Algo más que palabras Edita: A. L. M. Flora Tristán Varias autoras