| Reportaje | La salud del varón |
Un control continuo a la próstata
El doctor Maximino Lozano asegura que cada año se incrementa el número de pacientes que acuden periódicamente a su médico de cabecera o urólogo para consultar sobre los problemas de la próstata. Esto ha hecho que, en Estados Unidos, el prostatismo genere más de dos millones de consultas anuales y que sea la principal causa de consulta de los varones a sus médicos. No es de extrañar ya que se calcula que el 40% de los varones mayores de 50 años sufren una aumento del tamaño de su próstata, un aumento benigno, una cifra que llega al 90% cuando la edad del paciente es de 80 años. Analizar estos datos, síntomas y tratamientos será el eje de la conferencia que el doctor impartirá esta tarde dentro del aula de salud de Caixa Galicia. El número de consultas empezó a incrementarse, explica el doctor, a partir del año 1991 cuando se inició en España la celebración de las semanas de la salud prostática. «Entonces eran escasísimos los pacientes que acudían a consulta, ahora se está incrementando», explica Lozano. Este hecho ha generado que en el momento actual el 50% de los tumores de próstata son diagnosticados en un estadio avanzado, un porcentaje que hace sólo diez años era del 75-80%. El estadio de diagnóstico es fundamental ya que junto con la edad y la agresividad del tumor marcarán el tratamiento y la expectativa de vida del paciente. Los problemas de próstata, el prostatismo, son la principal causa de consulta en nuestro país y, afortunadamente, en el 90% derivados de una hiperplasia benigna. El doctor Lozano aconseja acudir a consulta a partir de los 50 años pero también ante la aparición de algunos de los síntomas que denotan la existencia de un problema, «que es necesario que los pacientes tengan en cuenta». Analizar estos datos, síntomas y tratamientos será el eje de la conferencia que el doctor impartirá esta tarde dentro del aula de salud de Caixa Galicia. Los síntomas de la hiperplasia pueden ser de dos tipos: obstructivos o irritativos. Entre los primeros destaca la existencia de chorro flojo, entrecortado, dificultad para miccionar o sensación de no vaciado total. Entre los signos irritativos el doctor destaca la frecuencia miccional, urgencia miccional, ésta vinculada a incontinencia y la micturia, necesidad de levantarse por la nocha para orinar. Con estos síntomas el doctor realiza un historial médico que se denomina IPSS, valoración de los síntomas prostáticos. De su cuantificación, el especialista obtendrá un rango numérico que dará la calificación del síndrome prostático leve, moderado o severo. El síndrome leve llevará a un seguimiento del paciente, el moderado a un tratamiento farmacológico y el severo a una terapia quirúrgica. Pruebas no invasivas La valoración del IPSS junto con el diagnóstico de los marcadores prostático, la determinación del PSA (antígeno prostático específico), la exploración rectal y una ecografía permiten descartar, en el 95%, la existencia de un proceso tumoral. Estas pruebas, sencillas y no cruentas para el paciente, permiten determinar la existencia o no de un tumor o la importancia del problema benigno. Tratar la hiperplasia La existencia de un síndrome prostático moderado obliga a la aplicación de un tratamietno farmacológico al paciente, consistente en la ingesta de alfabloqueantes o finarestide. Cuando el problema es severo, o grave, se debe recurrir a un tratamiento quirúrgico mediante cirugía endoscópica, cirugía abierta o la aplicación del láser. La Clínica San Francisco, donde el doctor Lozano pasa su consulta, aplica el láser holmium que ha demostrado dar los mejores resultados. En los casos de pacientes jóvenes, los doctores aplican una miocapsulotomía endoscópica prostática que no produce eyaculaciones precoces y que genera menos complicaciones para el paciente. Ante casos no susceptibles de cirugía, se recurre a la implantación de prótesis uretrales, explica el doctor Lozano.