Liposucción, modelado de nariz y mamas son las operaciones estéticas más demandadas
En busca del cuerpo perfecto
Como cualquier técnica quirúrgica debe aplicarse por un especialista cualificado
La cirugía estética tiene por finalidad proporcionar una armonía corporal corrigiendo las alteraciones estéticas o las secuelas provocadas por el paso de los años. Desde hace poco más de dos décadas ha dejado de ser patrimonio exclusivo de los famosos y cada vez son más las personas que pasan por el quirófano buscando un remedio facial o corporal. Además, el abaratamiento de los precios y las nuevas técnicas quirúrgicas han influido positivamente en el ánimo de quienes quieren mejorar su imagen, especialmente después de la cuarentena. Aunque no hace milagros, camufla las arrugas, aumenta o disminuye los pechos, eleva las nalgas, engrosa los labios o estira las piernas. Pero no crea que se aplica sólo a las mujeres. Cada vez son más los hombres que se quieren remodelar distintas partes de su cuerpo, como el cuello, los párpados, el abdomen, trasplantarse el pelo e incluso alargar el pene. Además, las nuevas técnicas del lifting facial (orejas, frente, cejas, ojos, pómulos, labios, cuello) no dejan cicatrices y las complicaciones desaparecen si el cirujano es un profesional experimentado. Por eso, los expertos advierten que el paciente debe conocer dónde, cómo y en manos de quién se va a poner, ya que como cualquier otra intervención quirúrgica debe ser aplicada por un especialista en un centro adecuado. Liposucción Es la intervención más generalizada en España calculándose que se realizan más de 100.000 operaciones al año. Se emplea para extraer mediante aspiración la grasa acumulada en determinadas zonas del cuerpo (abdomen, caderas, muslos, nalgas, brazos o mamas), utilizando desde la cánula de alta vibración hasta la ultrasónica, a las que se ha incorporado la abdominoplastia, una intervención de cirugía abierta con extracción de los acúmulos de grasa mientras se tensan los músculos abdominales. Aunque no debe ser considerada como un tratamiento contra la obesidad, mejora la apariencia y confianza del paciente y, además previene posibles problemas cardiovasculares aconsejándose la intervención a partir de los 18 años, salvo casos muy justificados. Los resultados son definitivos si se lleva una dieta equilibrada y se realiza alguna actividad física y, si se gana peso, será de forma más homogénea. Nariz y pechos La rinoplastia es la cirugía plástica más antigua, permite corregir deformidades de la nariz y consiste en modelar los huesos y cartílagos nasales dándoles la forma deseada. La operación suele durar entre una y dos horas y los pacientes pueden reincorporarse a su actividad normal en menos de dos semanas. Los resultados se hacen evidentes a los pocos meses y apenas el 2% de los operados necesita retocarse. La mamoplastia, especialmente el aumento de los senos, se ha puesto de moda en los últimos años lo que lleva a las salas de cirugía estética a muchas mujeres aunque conviene recordar que las prótesis deben estar homologadas por el Ministerio de Sanidad. Según un reciente un estudio elaborado en Dinamarca los implantes son seguros y no están relacionados con la aparición de enfermedades autoinmunes. La investigación concluye que el 16% de las mujeres que recibió un implante mamario tuvo complicaciones leves (pérdida de sensibilidad y endurecimiento del pecho tras la cicatrización) y sólo el 1% necesitó una nueva intervención. El caso contrario, la mamoplastia de reducción, es algo más complicado por las secuelas de las cicatrices que pueden quedar debidas a la eliminación, en muchas ocasiones de un kilogramo de glándula mamaria y piel de cada pecho.