Las mujeres que llegan por reagrupamiento familiar no pueden trabajar
El empleo doméstico selecciona a inmigrantes blancas con estudios
La abogada Helena Bedoya, responsable del Cite de CC. OO. en Barcelona, y la presidenta de Vomade, Bernarda Jiménez, pusieron en evidencia en León la «doble discriminación» que sufren las mujeres inmigrantes y su invisibilidad al ser captadas por sectores de la economía muy opacos, pero muy permeables, como el servicio doméstico, por la práctica ausencia de competencia nacional. Ambas asistieron la pasada semana al primer foro sobre integración social de las mujeres inmigrantes que organizaron la Universidad de León y el sindicato Comisiones Obreras, con la colaboración de la Junta de Castilla y León. El foro fue dirigido por el profesor Enrique Javier Gutiérrez y la responsable de Mujer e Inmigración del sindicato, Eloína Terrón. Jiménez denunció filtros curriculares a la hora de concender los visados, que exigen buen nivel académico a mujeres para ser empleadas de hogar. «No hay derecho a que un país pobre forme a la gente para que vengan aquí a cuidar a los hijos de los ricos y a sus mayores», afirmó. Además, «no hay que ser negra, vamos como si fueran a contratar a una agencia de modelos, y a ser posible ser psicóloga», ironizó. «Es una forma de sangrar más a nuestro pueblo -añadió- porque para venir a cuidar mayores tienen que ser bachilleres o estudiantes de secundaria». Voluntariado de Madres Dominicanas es una organización con más de una década de existencia que pretende aglutinar a las 70.000 mujeres de nacionalidad dominicana que residen y trabajan en España. Por su parte, Helena Bedoya defendió que las mujeres inmigrantes «merecen una atención especial no sólo en los asuntos de orden público en relación con la prostitución, que es cuando suelen salir a la luz». También reivindicó la necesidad de que los permisos de residencia por reagrupamiento familiar con los que muchas mujeres llegan a España les permitan trabajar y ser independientes de sus maridos. Huyendo del hambre Respecto al aumento de la inmigración ilegal de mujeres embarazadas, en muchos casos en avanzado estado de gestación, Bedoya señaló que «en muchos casos vienen huyendo de países como Nigeria donde cualquier tipo de relación extramatrimonial puede ser castigada con muerte por lapidación». No obstante, aclaró, «la ley española de nacionalidad no se basa estrictamente en el derecho del suelo», torio español. La abogada aseguró que «no creo que las mujeres planeen de manera estratégica su mantenimiento en el país por el hecho de tener un hijo», si bien matizó que «sería legítimo para una persona que está huyendo del hambre y de la persecución». La profesora de la Universidad de León Henar Rodríguez puso de manifiesto las «peculiaridades» del servicio doméstico en términos legales: no tienen desempleo, cobran la incapacidad temporal a partir del día 29 después de caer enferma. Asimismo, indicó que el despido es libre, aunque las trabajadoras tienen derecho a la correspondiente indemnización.