Los fármacos y sus efectos

Casi todos los medicamentos tienen algún efecto secundario y prácticamente en la totalidad de los prospectos aconseja consultar al médico si se va a conducir. No obstante muy pocos son los conductores que lo hacen o que toman precauciones antes de ponerse al volante tras tomar una pastilla. Los medicamentos analgésicos, tratamientos para el dolor, pueden generar sueño, situaciones de euforia maero que desaconsejan conducir mientras se están tomando. Los médicos, a través de una guía editada por la Dirección General de Tráfico, recomiendan no conducir al cambiar un tratamiento cuando éste está provocador por ansiedad o problemas de insomnio. Los ansiolíticos, psicoestimulantes o antidepresivos pueden causar en quien los toma sueño, mareo, hipotensión o visión borrosa. Los antihistámicos, para las alergias, o los antitusivos recetados para los catarros pueden también generar suño o visión borrosa por lo que es necesario extremar las precauciones antes de sentarse al volante. Por último, los vasolidatores, comunes en los tratamientos para procesos circulatorios o de tensión arterial pueedn generar mareos al volante; conducir lo menos posible es lo más aconsejable en estos casos.