«La asociación es pionera en programas para ayudar a los enfermos de cáncer»

El nuevo presidente de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer se propone mantener los programas de cuidados paliativos, voluntariado, atención específica a las mujeres operadas de cáncer de mama ( Vivir como antes ) y deshabituación tabáquica: «Hay 25 enfermedades relacionadas con el tabaco y esta labor de concienciar para dejar de fumar es muy importante». La asociación tiene un interés especial en prevención y educación para la salud: «Hay muchos cánceres que se pueden prevenir y otros que se pueden diagnosticar pronto, lo que es sinónimo de curación. Hoy hay muchos medios para tratar el cáncer y el 50% se curan definitivamente», añade. Serafín de Abajo Olea, médico de familia en el centro de salud de Pinilla, arrastra en su curriculum una trayectoria de 14 años como gestor en la sanidad pública, desde la inspección a la dirección médica del Hospital de León, y es también profesor asociado de la Universidad de León en la Escuela de Ciencias de la Salud. Nació hace 48 años en San Justo de la Vega y ha decidido afrontar la nueva etapa en la Asociación Española Contra el Cáncer a pesar de las numerosas actividades que desarrolla (en los últimos años ha trabajado esporádicamente como asesor de gestión en hospitales de México, Perú y otros países de Latinoamérica). Hasta ahora ha sido presidente del comité técnico provincial de la AECC que cuenta en León con un presupuesto de 228.000 euros, siete trabajadores en plantilla y cientos de socios que con sus cuotas, de un euro en adelante al año, soportan el grueso de la financiación junto con las donaciones de las tradicionales cuestaciones. Entre las instituciones, «unas son más generosas que otras». -La asociación ofrece algunos servicios que corresponden a la sanidad pública, ¿por qué? -La asociación, que ha cumplido ahora 50 años, tiene como objetivo ayudar a los enfermos de cáncer y a las familias en su sentido más amplio. Esa ayuda se concreta en programas puntuales que cuando ya no son necesarios se abandonan. Por ejemplo, la asociación fue pionera en León en el Registro de Tumores. No se conocía de qué cánceres se morían los leoneses ni con qué frecuencia se producían. Ahora se cumplen 10 años desde que la asociación decide comprar un ordenador y contratar a una persona que en el Hospital de León hacía esa labor de registrar todos los cánceres. En un momento dado, el propio hospital asumió esa labor y dejó de hacerla la asociación. En Galicia, por ejemplo, la asociación realiza el programa de diagnóstico precoz del cáncer de mama. En Castilla y León, lo hace la Junta. La asociación ha iniciado actividades que se consideraban necesarias para dar soporte al enfermo con cáncer y sus familiares en tanto en cuanto la sanidad pública no las cubría. Este es el caso de la unidad de paliativos que tenemos en León: un médico, una enfermera y un psicólogo contratados por la AECC prestan este servicio a domicilio a las personas enfermas de cáncer cuando están en fase terminal y son dadas de alta en el hospital. Funciona en íntima colaboración con Oncología, tiene un gran reconocimiento social y cuenta con unos profesionales excepcionales. -¿Se va a hacer cargo el Sacyl de este servicio? -Acabamos de firmar un convenio con la Junta a través de la Gerencia de Salud. Nos dieron una ayuda económica para el mantenimiento del servicio que no cubre ni una mínima parte del coste total y esperamos que este año el convenio sea más amplio. Sí, el objetivo es que la asociación pudiera retirarse de ese servicio una vez asumido por la sanidad pública y nosotros dedicarnos a otras cosas. -¿Tiene nuevos proyectos? -Este año vamos a intentar hacer un trabajo de investigación en León para ver la calidad percibida por los enfermos y familiares, en cooperación con el servicio de Oncología. Afinar bien en el diagnóstico, poner bien la dosis de quimioterapia y de radioterapia es fundamental, pero también dar todo ese otro soporte psicológico, emocional, social y familiar que tiene esta enfermedad. Queremos firmar un convenio con el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de León para hacer este trabajo cuyo objetivo es detectar los problemas y puntos críticos que se pueden mejorar teniendo en cuenta la opinión de los enfermos y familiares. ­-La falta de espacio ha sido uno de los problemas del servicio de Oncología en León para garantizar esa calidad. ¿Esta investigación tendrá repercusión en la atención futura? -Ese es el objetivo. Nosotros estamos aquí para colaborar y apoyar, nunca para restar, pero todo es mejorable. El Hospital de León tiene unos recursos excelentes, pero no quiere decir que no se puedan hacer todavía muchas cosas. Espero tener una entrevista con el director gerente para manifestarle que es necesario que Oncología tenga el reconocimiento de servicio, tal y como le corresponde por su trabajo. -¿Tener que gestionar servicios importantes les convierte un poco empresas? ¿Se corre el riesgo de perder la esencia de la asociación? -Efectivamente, somos un organismo parapúblico y evidentemente los recursos son limitados y hay que gestionarlos muy bien. Tiene que haber una política de personal, una gestión económica y un control. Toda la gestión de las juntas provinciales se realiza desde Madrid y en ese sentido estoy muy tranquilo. Pero yo creo que no se perderá la esencia. Si ocurriera, la asociación dejaría de ser lo que es.