La Fundación Esplai concede uno de sus nuevos centros a la asociación de madres solteras
Isadora Duncan abre un programa de acceso social a la informática
El objetivo es superar la «brecha digital», ante la que son más vulnerables los desfavorecidos
Un inmigrante de 18 años y un viudo de 60, de Valencia de Don Juan, son dos de los usuarios que acuden a los talleres de iniciación a la informática del centro Conecta, abierto por Isadora Duncan en León. El centro está integrado en la red que desde el año 2001 puso en marcha la Fundación Esplai y es uno de los ocho últimos que se han abierto en España tras la convocatoria del 2003 a la que concurrieron 140 oenegés. «Esto no es una academia -aclara el dinamizador, Tomás García- desde aquí se pretende fomentar el desarrollo asociativo y la integración de colectivos desfavorecidos». Tampoco es uno de esos centros municipales que se han abierto con ordenadores pero sin formadores, ni, por supuesto, un cibercafé. La filosofía de la red Conecta, a la que ya se han sumado 31 centros, es «superar la brecha digital» que, según los estudios de la fundación, es más acusada en las personas o sectores sociales excluidos o en riesgo de exclusión social: pobres, inmigrantes, jóvenes y mujeres con bajo nivel educativo, barriadas populares y el medio rural. «La brecha digital es una manifestación de la brecha social, luego las medidas de alfabetización digital de los más desfavorecidos no pueden ser tan sólo tecnológicas», precisa Fernando de la Riva en el foro virtual. La búsqueda de la integración es un objetivo irrenunciable dentro de un contexto en el «jóvenes y mayores aprenden juntos, nos adaptamos a los horarios de trabajo o estudio de la gente y no se busca dar diplomas», precisa García. La experiencia de los primeros años de la Red Conecta indica que entre los participantes se produce un cambio de actitud hacia las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, se recupera el gusto por aprender entre jóvenes con fracaso escolar, favorece el aumento de la autonomía y la confianza personal así como la capacidad profesional de los participantes puesto que proporciona recursos de búsqueda de empleo. Además, en el aula los particupantes mejoran su red de relaciones y se favorece su normalización social, sobre todo entre los inmigrantes. Un 67% de los jóvenes sigue vinculado al centro después de participar en Red Conecta. La idea es que las oenegés asuman el proyecto durante el período de tres años que dura el convenio para implantarlo en su barrio. Equipamiento Como medios materiales, cuenta con un equipamiento informático integrado por nueve ordenadores conectados en red con acceso a Internet, dos impresoras, escáner, webcam y software actualizado. Este material, al igual que el contrato del dinamizador durante el primer año, están financiados por la Fundación Esplai que realiza la coordinación de todos los centros y proporciona metodología y recursos formativos. Por su parte, Isadora Duncan se responsabiliza de los locales y asume los costes de consumo, limpieza, seguro y mantenimiento, así como la conexión a Internet. A partir del segundo año, debe buscar financiación para asumir los costes sufragados por la Fundación Esplai. Según Tomás García, la asociación Isadora Duncan fue seleccionada entre otros 140 proyectos por su amplia trayectoria en el campo del trabajo social, su arraigo en la provincia y la experiencia en el desarrollo de proyectos comunitarios. El programa Red Conecta cuenta con financiación del Fondo Global IYF-Lucent Technologies para la Educación y el Aprendizaje y la entidad catalana ha accedido a estos recursos por ser la entidad partner en España de la International Youth Foundation.