Los grupos de investigadores independientes no pueden costear los fármacos necesarios
El 50% de los ensayos clínicos para tratar el cáncer están suspendidos
El coordinador de Oncología del Hospital de León defiende que «son el mejor tratamiento» Las ventajas y los in
Los grupos independientes de investigación biomédica tienen serias dificultades para sacar adelante sus programas de ensayos clínicos debido a las restricciones de la Ley del Medicamento y a la aplicación de las directivas europeas. Esta es la principal causa de que en el Hospital de León estén paralizados o en proceso de espera el 50% de los ensayos clínicos de Oncología, según señaló el coordinador, Andrés García Palomo. Según la ley, los promotores del ensayo tienen que aportar los fármacos en investigación lo que implica unos costes inaccesibles para los investigadores que no trabajan por encargo de empresas farmacéuticas. «Esto nos coloca en una situación de ambigüedad y genera una desigualdad de los pacientes en el acceso a los ensayos clínicos», afirma el oncólogo. En concreto, en León están paralizados dos ensayos clínicos de cáncer de mama y uno de cáncer de pulmón y otros seis están pendientes de decisión en la comisión de ensayos clínicos. Asimismo, están en fase de aplicación otros tres ensayos específicos para tratamientos oncológicos de la mama, uno en cáncer de vejiga, dos de colon, uno de páncreas, uno de pulmón y uno de sarcomas. El Hospital de León participa en dos estudios europeos sobre el cáncer de mama y en otro sobre el cáncer colorrectal y también está presente en estudios multicéntricos con hospitales de Castilla y León, Galicia, Barcelona, Asturias, Madrid y, en poco tiempo, también de Andalucía, dado el auge que está tomando la investigación cooperativa. Precisamente, la federación Los ensayos clínicos son de suma importancia en oncología debido que actualmente la supervivencia media de los pacientes con cáncer es del 50%, si bien es cierto que es más alta en unos tipos de cáncer que en otros. «La supervivencia del cáncer desde los años 40 ó 50 hasta ahora ha mejorado, pero no tanto como en las enfermedades cardiovasculares», apunta el oncólogo. Además, mantiene que los avances se han dado sobre todo gracias a medidas de diagnóstico precoz y preventivas, «mientras que los beneficios de las terapias se están empezando a ver ahora y la investigación básica es muy importante en las primeras fases de la enfermedad», precisa. Conocer para curar El conocimiento del cáncer es crucial para mejorar los tratamientos. Es así como se ha llegado a la conclusión de que puede detenerse su expansión destruyendo su alimentación sanguínea mediante fármacos que eliminen los vasos sanguíneos que nutren las células cancerosas (terapia antiangiogénica); otros medicamentos se han desarrollado con el objetivo de inhibir aquellos elementos que le hacen crecer y otro grupo para impedir que las células no se comuniquen entre sí. «Hasta ahora, los tratamientos han sido como una bomba atómica, por lo que todo lo que se haga por mejorarlos es avanzar». La federación de investigadores cooperativos ha planteado un recurso en el Tribunal de Estrasburgo para que se permita a los grupos independientes realizar el ensayo clínico sin verse obligados a financiar los fármacos. Se estima que en mayo habrá una resolución, pero entre tanto las comisiones de ensayos clínicos son soberanas para interpretar la ley. El aumento de la esperanza de vida por la reducción de la mortalidad de otras enfermedades -infecciosas, particularmente- ha hecho que en la actualidad el cáncer sea uno de los principales depredadores de la especie humana junto a los virus. «Prácticamente el 100% de los hombres tendríamos cáncer de próstata en este momento si llegáramos a vivir 120 años», subraya.