Diario de León

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«La sordera es la minusvalía que menos en cuenta tiene la sociedad»

Los padres de niños hipoacúsicos de León piden letreros luminosos en edificios y transportes públicos, subtítulos en televisión y cine y exámenes con un lenguaje sencillo

Una niña aprende a hablar en la Asociación de Padres de Hipoacúsicos de León

Una niña aprende a hablar en la Asociación de Padres de Hipoacúsicos de León

Publicado por
Carmen Tapia - león
León

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«Los padres tienen que hablar mucho al niño sordo y hacerle hablar a él». Esta es la primera regla que prima a la hora de enseñar a hablar a una persona con esta minusvalía. El lenguaje es la base para el desarrollo de sus aprendizajes posteriores. La Asociación de Padres de Hipoacúsicos de León lleva 26 años enseñando a hablar a las personas sordas. «Pensamos que el lenguaje materno de un niño sordo es el que hablan sus padres y no el lenguaje de signos», sostiene Yolanda Medina, tesorera de la Asociación. Esta asociación celebra la puesta en marcha en León de la detección precoz de sordera infantil a los niños recién nacidos. Esta ha sido una constante reivindicación de la asociación, que defiende la adaptación social del niño para no separarle de su entorno familiar. El diagnóstico precoz es importante para trabajar sobre esta desventaja oculta que si tarda en detectarse provoca retardos significativos en el desarrollo del habla y del lenguaje, como retrasos en la adquisición de los aprendizajes del niño. Los padres de niños sordos creen que esta minusvalía es la que menos en cuenta se tiene a la hora de eliminar las barreras que impiden a un sordo desarrollar su vida con normalidad. Piden que se instalen letreros luminosos en los edificios públicos y medios de transporte, la utilización de un lenguaje sencillo en las oposiciones para el acceso a un puesto de trabajo, los subtítulos en los programas de televisión y las películas y la reserva real del 33% de puestos de trabajo para minusválidos, así como manuales y libros adaptados con un lenguaje sencillo. «Para las personas que utilizan silla de ruedas se construyen las rampas, para los ciegos señales sonoras, pero a los sordos se les llama por su nombre y apellidos cuando acuden a la consulta de un médico o cuando se presentan a un examen», sostienen Medina. Los miembros de la asociación consideran que el mejor logopeda de un niño en su familia y opinan que hay que exigir a los oyentes que, sin gritar, utilicen un lenguaje sencillo y bien vocalizado cuando están delante de un sordo. «Es cuerpo es una caja de resonancia que el niño sordo no puede escuchar, por eso es importante que el pequeño toque a sus padres para que sienta las vibraciones cuando hablan». La Asociación de Padres de Hipoacúsicos de León ha atendido en 26 años a 90 niños sordos. Actualmente asisten a clase de logopedia 15 niños que tienen terapias individuales de 45 minutos durante dos días a la semana. Esta asociación pertenece a Fiapas (Federación Estatal de Asociaciones de Padres y Amigos de Sordos) y son miembros numerarios de Fapas (Federación de Asociaciones de Castilla y León). Ha sido declarada de Utilidad Pública por el Gobierno y colabora con el Inserso.

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