La asociación leonesa de niños con déficit de atención pide diagnóstico precoz y coordinación
Familias de hiperactivos demandan atención específica en salud mental
Sólo existe una unidad infanto juvenil en el Hospital de León, pero no en Atención Primaria
El trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad, afecta al 5% de la población infantil. Sin embargo, la atención, tanto sanitaria como educativa de estos niños en León está lejos de satisfacer a las familias que tienen hijos o hijas con este problema. Hace año y medio se creó la Asociación Leonesa de Niños Hiperactivos con el propósito de dar a conocer un problema neurológico aún invisibilizado y prestarse ayuda mutua a la hora de afrontar la enfermedad de sus hijos e hijas. Desobediencia continua, saltarse las normas, dificultades para mantener la atención e impulsividad, así como para organizar tareas y actividades y finalizarlas son algunos de los síntomas que presentan los niños y niñas con este trastorno. Para que sea diagnosticado como tal tienen que producirse al menos seis de las circunstancias de desatención e hiperactividad típicas, según la asociación de psiquiatras de Estados Unidos. Sin embargo, llegar a un profesional que realice este diagnóstico en León es harto difícil, según señala la presidenta de Alenhi, Gloria Valbuena. «No hay equipos infanto juveniles especializados en los centros de salud mental», explica. Sólo existe un especialista en el Hospital de León en cuya unidad se atienden todo tipo de trastornos que afecten a la población infantil, desde la anorexia y bulimia a enfermedades mentales graves. «Muchos de nosotros para tener un diagnóstico hemos tenido que ir a Madrid», añade la presidenta. Las familias indican que cada pediatra remite los casos sospechosos a un especialista -psiquiatra o neurólogo- en función de su criterio, pero sin que exista un protocolo médico establecido para la derivación. En cuanto a los tratamientos, los psiquiatras -apuntan- se limitan a la prescripción de fármacos. «El tratamiento más común para el niño con TDA/h. es el farmacológico», indica la psicóloga Almudena Melcón Crespo, que ha dado pautas de actuación a la asociación leonesa en la escuela de familias. «Es común que el niño reciba algún tipo de terapia o entrenamiento de carácter psicológico o pedagógico», precisa. En este sentido, la psicóloga advierte de que es importante «evitar que el niño atribuya cualquier logro o mejoría a la acción del fármaco en vez de al progresivo control que es capaz de ejercer sobre su conducta». De esta forma es más fácil -comenta- que ejercite las técnicas y estrategias que le enseñan. La psicóloga defiende la actuación coordinada de las familias, profesorado y terapeutas «para ayudar al niño a controlar su conducta, impulsividad e inatención». Las familias también necesitan estrategias de conducta para frenar el estrés, frustración y depresión que frecuentemente se dan por la falta de conocimiento especializado para enfrentarse al trastorno que sufren sus hijos o hijas. Hasta ahora, es más frecuente entre los niños.