Un dolor muy femenino

TTiene nombre de mujer y mujeres son sus principales víctimas, tres de cada cuatro. La migraña se ceba en aproximadamente un 12% de la población y es más frecuente entre personas de entre 25 y 55 años de edad. Una encuesta de ámbito europeo confirma, además, el lastre vital, social y laboral importante que representa para quienes sufren esta forma aguda de cefalea. El Estudio MELT incluye 1.800 encuestas entre mujeres de 18 a 35 años en ocho países europeos representativos de todas las latitudes- España, Italia, Grecia, Alemania, Holanda, Noruega, Suecia y Finlandia- más Israel. La amplitud del muestreo lo convierte en uno de los más representativos realizados hasta ahora y permite, además, observar el perfil homogéneo de la enfermedad y las quejas comunes de los afectados. La inmensa mayoría de las pacientes, el 90%, cualquiera que sea su nacionalidad coincide: la migraña condiciona su vida. El trabajo, las relaciones sociales, el sexo, las vacaciones... todo queda sujeto a las crisis, a menudo dos o más al mes. En esos trances, el 60% de las encuestadas admite ser incapaz de relacionarse con sus allegados, hacer las tareas del hogar y, menos aún, disfrutar del ocio. La mayoría comparte también idénticos sentimientos de «frustración, depresión y soledad» durante los embates de la migraña. «Una de las principales características de la migraña es su gran poder incapacitante y lo mucho que condiciona la vida de quienes la padecen», explicó Rogelio Leira en la presentación del estudio en España. Jefe de la unidad de cefaleas del Clínico de Santiago de Compostela, Leira pidió que no se banalicen las consecuencias de este mal para el enfermo y no dudó en criticar el tratamiento que recibe la mayoría de las pacientes españolas. Mal tratadas Este aspecto revela diferencias entre países que no se dan en la prevalencia. «Casi todos los países occidentales presentan los mismo niveles de población afectada por la migraña», señaló Alberto Marcos, neurólogo de Clínico Universitario San Carlos de Madrid. Sin embargo, varía mucho la calidad del tratamiento que se dispensa a los enfermos. De entre los remedios y paliativos probados, «los triptanes son los más eficaces», recalcó Leira, y los menos usados en España, Italia y Grecia. Sólo 8 de cada cien 'migrañosas' españolas reciben este grupo de fármacos específicos cuando van al médico, mientras que en Noruega le son prescritos al 37%. Las razones, el precio de estas especialidades, más alto aunque cubiertas por la Seguridad Social, el «desconocimiento» de la farmacopea más eficaz y la irrelevancia que algunos médicos le dan a los síntomas relatados por las pacientes. «Se muestra escaso interés hacia esta patología y cunde la percepción de que la migraña no es un trastorno grave», censuró. La migraña es un dolor de cabeza violento, pulsátil y casi siempre unilateral, que puede ir acompañado de náuseas, vómitos, intolerancia a la luz o el ruido y, en los casos más graves, pérdidas parciales de visión. A menudo obliga al enfermo a recluirse mientras dura la crisis, de 4 a 72 horas o más. Tiene nombre de mujer y mujeres son sus principales víctimas, tres de cada cuatro. La migraña se ceba en un 12% de la población y es más frecuente entre personas de entre 25 y 55 años de edad. Una encuesta de ámbito europeo confirma, además, el lastre vital, social y laboral importante que representa para quienes sufren esta forma aguda de cefalea. El Estudio MELT incluye 1.800 encuestas entre mujeres de 18 a 35 años en ocho países europeos más Israel. La amplitud del muestreo lo convierte en uno de los más representativos realizados hasta ahora y permite, además, observar el perfil homogéneo de la enfermedad y las quejas comunes de los afectados. La inmensa mayoría de las pacientes, el 90%, cualquiera que sea su nacionalidad coincide: la migraña condiciona su vida. El trabajo, las relaciones sociales, el sexo, las vacaciones... todo queda sujeto a las crisis, a menudo dos o más al mes. En esos trances, el 60% de las encuestadas admite ser incapaz de relacionarse con sus allegados, hacer las tareas del hogar y, menos aún, disfrutar del ocio. La mayoría comparte también idénticos sentimientos de «frustración, depresión y soledad» durante los embates. Una de las principales características de la migraña es su gran poder incapacitante y lo mucho que condiciona la vida de quienes la padecen», explicó Rogelio Leira en la presentación del estudio en España. Jefe de la unidad de cefaleas del Clínico de Santiago de Compostela, Leira pidió que no se banalicen las consecuencias de este mal y no dudó en criticar el tratamiento que recibe la mayoría de las pacientes españolas. Este aspecto revela diferencias entre países que no se dan en la prevalencia. «Casi todos los países occidentales presentan los mismo niveles de población afectada por la migraña», señaló Alberto Marcos, neurólogo de Clínico Universitario San Carlos de Madrid. Sin embargo, varía mucho la calidad del tratamiento que se dispensa a los enfermos. De entre los remedios y paliativos probados, «los triptanes son los más eficaces», recalcó Leira, y los menos usados en España, Italia y Grecia. Sólo 8 de cada cien 'migrañosas' españolas reciben este grupo de fármacos específicos cuando van al médico, mientras que en Noruega le son prescritos al 37%. La migraña es un dolor de cabeza violento, pulsátil y casi siempre unilateral, que puede ir acompañado de náuseas, vómitos, intolerancia a la luz o el ruido y, en los casos más graves, pérdidas parciales de visión. Obliga a recluirse de 4 a 72 horas.