Favorecer la lactancia materna pasa por cambiar las rutinas del hospital ¿Trabajar y amamantar es posible? Título c18 complemento 3 líneas

El pecho no tiene horario, pero, al contrario que el querer en la canción, sí tiene fecha en el calendario. La Organización Mundial de la Salud y la Asociación española de Pediatría recomiendan alimentar a los recién nacidos sólo con leche materna durante los primeros seis meses de vida. Es más, sería la mejor forma de alimentar a niños y niñas desde que nacen hasta los dos años de vida o más. La leche de mujer es, según la campaña de promoción de la lactancia materna de la Junta, «el alimento específico que se produce de forma natural para la alimentación del recién nacido». Sin embargo, sólo siete de cada 100 mujeres leonesas alimenta a sus bebés con leche propia hasta los seis meses. El 71% son alimentados a estas alturas solamente con leche artificial, mientras que el 22% restante recibe leche de pecho y también biberones. La falta de información y ayuda son dos de los factores que no favorecen la alimentación natural de los recién nacidos, pero, según la asociación leonesa Crianza Natural, «la mayoría de las lactancias se pierden en el hospital». La falta de ayuda de los servicios de Obstetricia que atienden a las mujeres recién paridas es una de las quejas que trasladará este colectivo al gerente regional de Sacyl, el organismo que presta la asistencia sanitaria en Castilla y León. La primera media hora La organización de la planta de maternidad, que sólo permite a las madres estar en contacto con sus criaturas cada tres horas y cada cinco por la noche, es uno de los factores que menos contribuye a la lactancia natural. Sobre todo, porque «mientras están apartados de sus madres, cuando lloran en los nidos son saciados con los biberones de suero glucosado», afirma Raquel López, de Crianza Natural. La primera media hora después del nacimiento es crucial para establecer la relación necesaria entre la madre y su criatura, lo que no significa que «no se pueda conseguir amamantar a un hijo en caso de cesárea o de hijos adoptados», precisa Fernanda Valcarce. En este sentido, defiende que la organización del hospital debe tener en cuenta las necesidades de los bebés y las madres y despojarse de conceptos que ya están desfasados. El programa de promoción de la lactancia materna subraya que «en la primera media hora de vida del niño el reflejo de succión es más fuerte y se coge con más facilidad al pecho». En este sentido, aconsejan a las madres que espere a que el bebé manifieste los primeros síntomas de inquietud, cuando «se lleva las manos a la boca y las mueve». La Organización Mundial de la Salud también defiende que «la primera puesta al pecho de un recién nacido sano debe ser el momento más temprano, si es posible antes de que la madre abandone la sala de partos». La teoría y la práctica Estos consejos son, por ahora, «pura teoría» porque en la práctica en el hospital «dependes de que la matrona sea maja y defienda estos postulados; de lo contrario la mujer se ve sola»; lo mismo sucede cuando vuelven a casa y acuden a la consulta de pediatría. Crianza Natural también recoge firmas para exigir al Gobierno, junto a otros colectivos de ámbito estatal, la ampliación de la baja por maternidad de las 16 semanas actuales a un año, con el fin de facilitar la lactancia materna y el cuidado en el primer año de vida, como las trabajadoras de otros países europeos como Suecia. Precisamente de un país nórdico, Noruega, procede el vídeo que la Junta distribuye junto con los libros de promoción de la lactancia materna y que se titula El pecho no tiene horario . La campaña de promoción de la Junta de Castilla y León asegura que «trabajar es más fácil cuando amamantas», puesto que mientras «le das el pecho tienes la tranquilidad de que va a tener mayor protección ante las enfermedades infecciosas y va a estar menos tiempo enfermo». No lo ven tan fácil las mujeres que han renunciado a sus trabajos para criar a sus hijos o hijas y ampliar al máximo el tiempo de la lactancia natural, tal y como recomienda la OMS. «Para poder amamantar a un hijo y cuidarlo no basta con las 16 semanas», asegura Raquel López. «No todo el mundo tiene una abuela para que se ocupe de sus hijos y dejar a tus hijos en la guardería durante ocho horas supera con mucho los 100 euros que ofrecen como ayuda», añade. La guía de la Junta ofrece consejos sobre recolección de la leche materna para tenerla disponible en caso de necesidad tras la vuelta al trabajo, indica las técnicas naturales y artificiales de extracción de la leche y ofrece información sobre los derechos que asisten a las trabajadoras: El permiso por maternidad es de 16 semanas, 18 en los partos dobles y 20 si son trillizos. El mes de vacaciones puede unirse al descanso por maternidad. Es obligatorio disfrutar las primeras seis semanas después del parto, pero las 10 restantes pueden aplazarse en caso de que el bebé tenga que permanecer hospitalizado. El subsidio por maternidad es para mujeres que hayan cotizado 180 días en los cinco años anteriores al parto o a la adopción o acogimiento. Los permisos retribuidos son para exámenes prenatales y educación maternal. Una hora de lactancia por niño hasta los 12 meses. Puede distribuirse en dos períodos de media hora. El padre tiene dos días de permiso por nacimiento del hijo. En caso de hospitalización o enfermedad el padre y la madre tienen dos días. Con hijos prematuros, el padre o la madre tienen derecho a una hora diaria. Reducción de jornada (un tercio o la mitad) para madres y padres con hijos menores de seis años. El empresario sólo puede oponerse al disfrute de ambos progenitores si trabajan en la misma empresa. No es retribuida. Excedencia voluntaria y sin sueldo. Puede mantenerse hasta que el hijo o hija cumpla los tres años. Durante el primer año tiene derecho al mismo puesto; pero no en los siguientes. La Liga de la Leche, una organización internacional que defiende la alimentación natural de los bebés, apunta, entre otras, las siguientes ventajas para la madre que amamanta a su bebé: El pecho ayuda a muchas madres nuevas a bajar de peso más fácilmente. Se consumen calorías al producir leche, de hecho, una de las razones por las cuales la mujer sube de peso durante el embarazo es para poder producir leche para su bebé. Una hormona en el cuerpo de la mujer causa la reducción de su matriz para que vuelva a su lugar y tamaño originales de forma más rápida. Otra hormona funciona como un tranquilizante natural, llenando a la madre de un sentimiento de calma y bienestar cuando amamanta. Ahorra tiempo y energía que se ocuparía preparando, lavando y esterilizando mamilas. Con un poco de práctica, muchas madres aprenden a amamantar con discreción y pueden dar el pecho en casi cualquier lugar. Es gratuita y el bebe estará más sano. Al estar más sano, se reducen los gastos médicos. Es, por tanto, la forma más económica de alimentación.