En forma, pero con cabeza

La actividad física aumenta durante el verano, lo que acarrea un incremento de las lesiones deportivas. Esguinces de tobillo, tendinitis, lumbalgias o problemas de hombro y muñeca son algunas de las lesiones más frecuentes que se producen por una preparación física inadecuada, una sobrecarga o el gesto reiterado sobre una articulación. Las elevadas temperaturas provocan que los deportes acuáticos sean los más demandados durante la época estival. Son actividades refrescantes, entretenidas y se convierten en manera ideal de pasar el rato. Sin embargo, muchos de ellos pueden convertirse en fuente de lesiones, dado que los que practican estos deportes no se preparan adecuadamente. La natación constituye uno de los deportes más populares del mundo, especialmente en verano. Los beneficios cardiovasculares de esta actividad deportiva la hacen recomendable para mejorar la salud y la condición física. Pero un esfuerzo excesivo puede derivar en una lesión que en ocasiones se agrava con el tiempo si su diagnóstico es erróneo. En palabras del fisioterapeuta Horacio Bobadilla, «el movimiento de forma reiterada sobre el manguito de los rotadores del hombro provoca una tendinitis en deportes como la natación o el tenis». El resultado de esta molestia, que puede llegar a ser crónica sino se procede a su correcta rehabilitación, es dolor e incapacidad para realizar movimientos con el hombro afectado. El windsurf , la vela, las motos acuáticas o el wake board (una nueva modalidad de deporte acuático en el que la tabla es arrastrada por una lancha motora), deportes todos ellos que implican un uso intensivo de los brazos y de la parte superior del cuerpo. Este tipo de actividades requiere estar bastante en forma y, sin una preparación previa, puede provocar lesiones localizadas en el hombro, codo y muñeca. En el caso de todas las variantes del windsurf, «la fijación de los pies a la tabla produce lesiones de tobillo, dado que sus ligamentos, así como el talón de Aquiles, son estructuras muy sensibles y generalmente poco fortalecidas durante la etapa de crecimiento», puntualiza el especialista. Diagnóstico precoz Horacio Bobadilla insistió en que «es fundamental tener una preparación física previa basada principalmente en estiramientos y movimientos articulares como los que se aprenden con el Yoga o el Tai Chi». De hecho, el 50% de las lesiones deportivas se originan por una preparación física poco adecuada. El fisioterapeuta considera también primordial que «se lleve un tipo de vestimenta adecuada para cada uno de los deportes», así como «una alimentación basada en la 'dieta Mediterránea -rica en frutas y verduras-, junto con la ingesta de líquido para evitar la deshidratación». Por su parte, José Fontcuberta, asegura que «una lesión, aunque sea menor, si no se trata correctamente, puede arruinar el disfrutar del deporte durante el verano». El experto recomienda el diagnóstico precoz para encontrar el origen del problema y evitar que esa lesión se haga crónica. Según Fontcuberta, «el 60% de los pacientes que acuden a nuestro centro presentan un diagnóstico erróneo o simplemente no hay diagnóstico». Un tratamiento inadecuado en los niños puede repercutir en la fase de crecimiento. «Es sorprendente la poca importancia que se dan en lesiones que tendrían una curación casi inmediata, pero por su no diagnóstico la lesión se cronifica y el daño es enorme desde un punto de vista físico y psicológico», dice Fontcuberta, quien asegura que «hoy en día, los niños hacer verdaderas barbaridades que se traducen en lesiones cuando son adultos».