Diario de León
Publicado por
Javier Aja - dublín
León

Creado:

Actualizado:

El arquitecto español Antoni Gaudí o el artista Andy Warhol no eran desde luego comunes mortales, pero es casi seguro que sufrían una variedad extrema de autismo, según el psiquiatra irlandés Michael Fitzgerald. Desde los comieenzos de nuestras civilizaciones el hombre se ha preguntado sobre los orígenes de la genialidad, de la creatividad. ¿Es un don divino o maligno?, ¿por qué la genialidad va en numerosas ocasiones ligada a la locura, a la excentridicad, al comportamiento antisocial?. Médicos de la época diagnosticaron a otros genios como Albert Einstein e Isaac Newton el síndrome de Asperger, una variedad de autismo que afecta normalmente a los varones. Pero un estudio elaborado por el psiquiatra irlandés Michael Fitzgerald parece indicar que el número de personalidades históricas con esa enfermedad podría ser mucho mayor. Es sólo la punta del iceberg. Fitzgerald, profesor del Trinity College de Dublín, ha publicado un libro cuyo título pregunta: «¿Exise un vínculo entre el autismo masculino y la habilidad excepcional?». Según su teoría, la creatividad y la genialidad masculina dependen más de una información genética en el cerebro que de los factores culturales y medioambientales, tal y como se ha argumentado a menudo. El psiquiatra irlandés condujo una investigación basada en el diagnóstico retrospectivo, es decir, examinando las biografías de ciertas figuras históricas y comparando sus paturas de comportamiento con los de sus pacientes. Fitzgerald afirmó que el arquitecto catalán Antoni Gaudí, conocido tanto por sus geniales obras como por sus excentricidades, padeció el síndrome de Asperger. «La Sagrada Familia es un claro ejemplo. Es un edificio artístico y autista. Es irreal, está inacabado y plagado de detalles, un rasgo característico de la personalidad de estos enfermos», explicó. En su libro, el científico también ha llegado a la conclusión de que personales como Lewis Carroll, autor de Alicia en el país de la maravillas, e incluso el fundador de la República de Irlanda, Eamon de Valera, eran autistas. «Esto es peligroso», -advierte- «sospecho que, hoy en día, algunas personas con mucho poder podrían padecer la enfermedad, pero ni por todo el oro del mundo me atrevería a decir quienes son». «Lo que hemos notado es que un pequeño número de enfermos son extremadamente creativos y algunos de ellos han cambiado el curso de la Historia. El síndrome de Asperger aporta un «plus», hace a las personas más creativas». Las personas que lo padecen son muy trabajadoras y tienden a examinar situaciones, fenómenos desde el detalle a lo global, mientras que la mayoría «tendemos a trabajar al revés, primero miramos las generalidades y después nos centramos en las particularidades». Casi todos los enfermos sufren problemas para adaptarse a la sociedad y comportarse según los parámetros que se consideran «normales». El escritor irlandés W.B. Yeats, por ejemplo, tenía problemas para leer y esribir.

tracking