La disfunción eréctil afecta al 80% de los hombres con lesión medular
El I Foro Internacional de Lesión Medular concluyó, en la mesa sobre sexualidad, que «más del 80 por ciento de los varones que padecen una lesión medular precisan tratamientos para solventar la disfunción eréctil», según el jefe de la Unidad de Sexualidad y Reproducción Asistida del Hospital de Parapléjicos de Toledo, Antonio Sánchez Ramos. Para paliar el problema hay actualmente tres líneas de actuación: aparatos compresores, sistemas de vacío o fármacos orales, como por ejemplo la Viagra; inyecciones intravenosas, para los pacientes que no tienen ningún tipo de respuesta eréctil y, por último, implante de prótesis de pene. Otras zonas del cuerpo No obstante, el doctor Sánchez Ramos recalcó la necesidad de que el paciente asuma su nueva situación provocada por la lesión medular y aprenda a dirigir su sexualidad, «no tanto hacia los órganos genitales como hacia otras zonas del cuerpo, que están llenas de terminaciones nerviosas y son capaces de hacer sentir sensaciones placenteras». En este cambio intervienen la unidades de sexualidad y psicología. El vicepresidente de la SEP Joan Vidal relacionó el incremento de la disfunción eréctil en la población con el aumento de edad. Vidal indicó que «a partir de los 40 años, el 40 por ciento de los varones presentan trastornos leves o moderados para lograr una erección». Un 20 por ciento de estas manifestaciones son severas a partir de los 60 años, mientras que las moderadas afectan al 67 por ciento de este colectivo. Fisioterapia y danza En el seminario de fisioterapia, bajo el lema «Comenzamos a movernos», se trató el beneficio que aporta la Danza Integrada a las personas con discapacidad. Intervinieron la profesora y coreógrafa de la compañía Y Espacio Creativo Arte, Nadia Adame y el médico especialista en Rehabilitación José Mendoza, quien destacó que «la danza en personas con discapacidad supone una rehabilitación complementaria y tiene una relación conceptual con el trabajo de la fisioterapia, ya que la danza es una forma de expresión corporal». Nadia Adame explicó los valores añadidos que aporta este tipo de danza a las personas con discapacidad, como el aumento de la capacidad de movimiento, la ayuda a trabajar en equipo y el desarrollo de los sentidos.