200 años
Tiempo para conocer los resultados de las vacunaciones masivas La batalla para conseguir una vacuna contra el sida está resultando más ardua y complicada de lo que se esperaba. Veinte años después de que Luc Montagnier publicara el descubrimiento del VIH como causa de la enfermedad, aún no existe una sustancia inmunizadora capaz de neutralizar el virus. La comunidad científica no ha perdido las esperanzas, pero es consciente de que la empresa no es fácil, debido principalmente a la afinidad del virus con la célula huésped y la ineficacia de los anticuerpos. Conseguir una vacuna verdaderamente eficaz es un empeño que se alcanzará a medio y largo plazo. Una de las esperanzas se encuentra en las vacunas con virus atenuados, campo en el que trabaja Simon Wain-Hobson, director de la Unidad de Retrovirología Molecular en el Instituto Pasteur de París. Con esta vía «es posible inducir buenas respuestas inmunológicas», asegura. Para este investigador, las vacunas atenuadas contribuirán a frenar la expansión del sida, pero no a erradicarlo. «Tendrán que pasar varias generaciones, 150 ó 200 años, quizá, para que podamos certificar la desaparición de la enfermedad gracias a una campaña de vacunación masiva», asegura el experto Wain-Hobson recalca que el virus de sida es especialmente escurridizo porque esta cubierto de azúcares, circunstancia que dificulta mucho la creación de anticuerpos eficaces. Por añadidura, la infección puede permanecer latente.