El caso de una paciente terminal

Rosario padece un cáncer de pulmón con metástasis óseas. Su caso, como paciente terminal oncológica, es presentado por Ricardo Navarrete para contrastar los efectos sin y con el uso del cannabis en una situación en la que -recalca- «el interés terapéutico es procurar que la paciente no sufra». Rosario padece dolores intensos y como analgésicos tiene pautado metamizol (Nolotil), morfina e ibuprofeno (antinflamatorio). La combinación de ambos es un potente analgésico, pero produce náuseas, vómitos y estreñimiento. En cambio, los cannabinoides -explica el asesor médico de la asociación leonesa- «han demostrado poseer propiedades analgésicas per se y por un mecanismo de sinergia de efectos sumatorios con la morfina». Para el tratamiento de vómitos, náuseas y estreñimiento, consecuencia de la toma de opiáceos, la paciente toma Primperan tres veces al día y lactulosa (Duphalac) cada doce horas. Con el fin de controlar el daño irritativo del estómago tiene prescrito omeprazol. Estos medicamentos a su vez tienen otros efectos secundarios. El doctor Navarrete subraya que «el cannabis posee capacidad antiemética y contribuye a mejorar esos síntomas si se puede disminuir la dosis de morfina y medicamentos gastroerosivos». También funciona como estimulante del apetito y, en el caso de Rosario, para algo muy importante, como es estar relajada y conciliar el sueño. Ella es perfectamente consciente de su estado de salud, sabe que padece una enfermedad mortal y que le queda poco tiempo de vida. «El consumo habitual genera tolerancia y anula los efectos como posible medicina» RICARDO NAVARRETE