Vidas partidas por la mitad
Cada año se producen en León diez nuevos casos de lesionados medulares, en su mayor parte debido a accidentes de tráfico, aunque también por caídas y siniestros laborales
Los accidentes de tráfico son los principales causantes de las lesiones medulares, lo que ha hecho que en los últimos años los afectados hayan aumentado dramáticamente. Según el Registro Nacional de Lesionados Medulares, cada año se producen de 20 a 30 nuevos casos por cada millón de habitantes. En León se incorporan cada año a la estadística de la lesión medular una decena de personas, aunque no siempre por accidentes de tráfico como es el caso de Manuel, un hombre de 71 años, que se ha quedado postrado en una silla y depende todo el día de una persona al caerse accidentalmente de un andamio. De los 350 socios con que cuenta Aspaym, una gran parte son personas con lesión medular, unas 200 si se tiene en cuenta la prevalencia general de 500 casos por cada millón de habitantes. Las causas de tipo médico, los accidentes fortuitos y, por último, los siniestros laborales siguen a los accidentes de tráfico como principales causas de la lesión medular. Entre los llamados fortuitos caben destacar los deportivos debido a las zambullidas. Pero, cualquiera que sea la causa, el efecto de una lesión medular es «la desconexión de parte de la medula del resto del sistema nervioso central, quedando aislada la zona infralesional de los centros cerebrales superiores», señala un informe de minusval2000.com. Desde este portal especializado en lesión medular se insiste en que la correcta atención del lesionado, así como su correcto traslado a un centro especializado determinarán el futuro del parapléjico. Además de la pérdida de sensibilidad y movimiento la lesión medular ejerce otras consecuencias sobre las personas afectadas. Es frecuente que presenten mal funcionamiento del intestino y de la vejiga y las funciones sexuales a menudo también sufren secuelas. El hombre ve disminuidas sus capacidades normales en la eyaculación, lo que conlleva problemas de fertilización. En la mujer, el mayor problema en el aspecto sexual es la concienciación orgásmica genital y la capacidad placentera que conservan en ocasiones se desperdicia por la baja autoestima y los problemas psicológicos. Los expertos reconocen que las mujeres con lesión medular se retraen en su vida sexual «y no buscan el placer con la libertad que lo hacen los hombres». La prevención y tratamiento de las posibles complicaciones como consecuencia de la pérdida de movilidad (alteraciones del aparato locomotor, úlceras por presión, alteraciones vasculares, respiratorias, digestivas, etc.) son imprescindibles para mantener una calidad de vida en la nueva situación. Hay que reeducar el intestino y la vejiga y la práctica deportiva (natación atletismo, baloncesto, etc.). Muchas personas tienen que enfrentarse a un nuevo enfoque profesional (fundamentalmente sedentario), aunque en la mayor parte de los casos pasan a formar parte del colectivo de pensionistas. Si es posible, a los lesionados se les anima a obtener el carné de conducir en un coche adaptado, para aumentar su autonomía. Desde las asociaciones se fomentan también las actividades de ocio y se canalizan muchas de ellas hacia lugares donde está garantizada la adaptación de los espacios, aunque el reto pasa por la accesibilidad de las ciudades y, sobre todo, por la prevención de las lesiones medulares.