Pérdida de movimientos y sensibilidad
La lesión medular es el daño que se presenta en la médula espinal que conduce, según su gravedad, a la pérdida de algunas funciones, movimiento y/o sensibilidad. Normalmente, estas pérdidas se presentan por debajo del nivel de la lesión. Las causas más frecuentes del daño medular son de tipo traumático (accidente de tráfico, arma de fuego, caídas, etcétera) y debido a enfermedades como la polio, espina bífida e infarto medular entre otras. La sección medular no es necesaria para la pérdida de las funciones; en muchos casos, el canal medular sólo está golpeado pero aún así hay cierta pérdida de funciones. En cambio, una persona puede fracturarse una o varias vértebras sin que se produzca lesión medular, siempre que la vértebra no toque el canal medular. Las lesiones medulares se clasifican según el nivel, extensión y síntomas. SEGÚN EL NIVEL Tetraplejía: Se denomina así la lesión medular cuando la parálisis afecta a las extremidades superiores y a las dos inferiores. Paraplejía: Cuando la parálisis afecta a las extremidades inferiores. Completa: Si la lesión afecta totalmente a la médula. SEGÚN LA EXTENSIÓN Incompleta: Se trata de una lesión parcial de la médula Los pacientes reciben el nombre de tetraparésicos o paraparésicos, porque una parte de su médula, por debajo de la lesión, presenta algún grado de conexión con el cerebro. SEGÚN LOS SÍNTOMAS Espástica: Los músculos del paciente, por debajo de la lesión, presentan un estado de rigidez y de difícil movilización. Los estímulos en la región corporal obtienen una respuesta de movimientos reflejos desordenados. Flácida: Los pacientes que sufrene este tipo de lesión presentan los músculos blandos y sin dificultad para su movilización, por debajo de la lesión. Con el tiempo se produce cierto grado de atrofia que confiere un aspecto de delgadez. La lesión medular no tiene cura aunque existen investigaciones para la reducción de la inflamación y de los daños.