La duda sobre la vacuna

No hay un criterio definido sobre la conveniencia de administrar la vacuna contra la varicela a toda la población infantil. En España únicamente está registrada la vacuna de Smithkline Beecham (Varilrix), autodizada des 1998 con unas condiciones que limitan considerablente su uso sólo como especialidad farmacéutica de uso hospitalario. La varicela es una de las enfermedades virales más comunes de la infancia. Suele ser benigna y no representa una amenaza para la vida de los niños sanos. La complicación más común es la infección de la piel por bacterias, también se puede complicar con encefalitis o neumonía viral o bacteriana. Las personas con un mayor riesgo de complicaciones son las que tienen el sistema inmunológico débil, niños menores de un año, adolescentes y adultos, recién nacidos cuyas madres tuvieron varicela antes del parto, prematuros cuya madre no ha tenido varicela, niños con problemas de piel y los que reciben tratamientos con aspirina. Los adultos son 10 veces más propensos a necesitar hospitalización y pueden desarrollar neumonía y 20 veces más propensos a morir por la varicela que los menores de 14 años. Cuando una persona ha tenido la varicela, el virus que la causó permanece para siempre en sus terminales nerviosas. Después de varios años, el virus puede reaparecer causando herpes zóster, que suele presentarse después de los 50 años de edad. El 20% de las personas que ha padecido varicela desarrolla zóster, que causa dolor y comezón en la piel donde están los nervios afectados. En 3 ó 4 días aparecen ampollas que duran de 2 a 3 semanas. La Asociación Española de Pediatría quiere incluir la vacuna en el calendario vacunal y la Academia Americana de Pediatría la recomienda a los niños a quienes no le haya dado la enfermedad entre los 12 y los 18 meses y establece un protocolo para los mayores de 13 años.