El consumo de tóxicos en los jóvenes desencadena la aparición de un trastorno bipolar

El consumo de tóxicos y drogas entre la población joven puede desencadenar la aparición de transtornos bipolares, una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza por episodios de ánimo que alternan la euforia con la depresión, y casos de esquizofrenia. En declaraciones a Efe, el psiquiatra y director de la Clínica Mediterránea de Neurociencia en Alicante, Pedro Antón, alertó que el consumo de determinadas sustancias estupefacientes, aunque no son la causa directa, pueden influir como desencadenante de un transtorno de este tipo. La enfermedad bipolar conocida anteriormente con el nombre de «maníaco-depresiva» se caracteriza por la existencia de varios episodios de ánimo. En la primera fase, el enfermo posee una euforia extremada, que le conduce a «tener una gran actividad», «ideas de grandeza, necesidad de dormir poco e irritabilidad», según el doctor. Después los bipolares suelen caer en la fase depresiva, que puede durar casi medio año, en el que al paciente le ocurre lo contrario y cae en un estado de apatía, con sensación de impotencia para todo, ideas negativas de muerte y en algunos casos intentan suicidarse. Esta enfermedad, poco conocida en la población, suele detectarse en la adolescencia sobre los 20 años, aunque también puede comenzar a los 40 ó 50 años, y se presenta con un transtorno depresivo muy intenso. El psiquiatra comentó que en esos casos es necesario realizar un chequeo importante hasta diagnosticar la enfermedad, al tiempo que alertó que «ahora como los médicos de medicina general manejan mucho los antidepresivos pueden aparecer fases de tipo eufórico en pacientes». Existe una gran variabilidad tanto en la frecuencia de los brotes como en la forma de manifestarse, ya que en algunos casos sólo existe la fase depresiva, y no aparece la euforia. Los tratamientos son muy eficaces y el enfermo puede hacer una vida normal con la medicación, señaló el experto.