Grandes diferencias en la UE
Sistemas sociales más o menos onerosos para los ciudadanos. Mientras que en España el precio que paga el ciudadano por los más de 18.000 fármacos que cubre el Sistema Nacional de Salud depende de su edad y condición de dependencia, básicamente, en el resto de Europa todo varía, con sus pros y contras. Portugal Los lusos abonan el 60% del coste de los medicamentos -en Espana es el 40%- pero los policías y militares tienen un importante descuento puesto que sólo pagan el 25%. Los pensionistas desembolsan entre el 45 y el 15% del coste y los genéricos salen baratos ya que el enfermo, en general, sólo paga el 5% de su precio real. Francia En Francia la cifra de farmacos financiados son poco más de 5.100. En la mayoria de estos medicamentos al ciudadano se le reembolsa el 65% del precio, porcentaje que financia el Estado. En un 20%, el comprador paga el 65% del coste total. Y un 4% (para algunas enfermedades crónicas) son gratuitos. El mayor gasto lo representan los restantes productos de precio libre, como pasta de dientes o cremas, en los que se pueden encontrar diferencias astronómicas entre unas farmacias y otras. Suecia La compra de fármacos por los suecos es muy onerosa. Hasta un gasto de 900 euros anuales, cada ciudadano paga la totalidad del tratamiento que necesita. A partir de esta cifra el Estado se va haciendo cargo de un porcentaje del gasto total anadido del coste del tratamiento. Gran Bretana El sistema británico cuenta con un buen número de pacientes que no tienen que abonar un solo penique por sus fármacos. Entre ellos: los menores de 16 anos, mayores de 60, embarazas, veteranos de guerra y algunos enfermos cronicos. El resto, paga el precio en su integridad. Italia Los italianos consideran que están entre los europeos que más pagan por los medicamentos. Aunque por aquellos que cuestan menos de cinco euros el paciente sólo paga uno, el resto de los medicamentos se pagan en su integridad. Información elaborada por Luis Carlos Llera, Esperanza Suárez (París), Manuel Allende (Londres), Kikop Novoa (Estocolmo) y María Signo (Roma).