Por una medicina más humanista
El psicoterapeuta Eduardo H. Grecco, autor de La bipolaridad como don , aboga por rescatar los principios de una medicina humanista de la que España tiene una gran tradición, aunque perdida, en la corriente desarrollada en el Califato de Córdoba. Estos principios pasan por «escuchar al enfermo y hablar con el enfermo», dar a la enfermedad la trascendencia que realmente tiene y no magnificarla y hacer conscientes a los pacientes de que también «son responsables de su sufrimiento y su propia cura». El ejemplo de los pacientes con sida es ilustrativo: si se deprimen o estresan aumentan su HIV en sangre. Por tanto, es un logromantener «al paciente con HIV en un estado no deprimido y no estresado con tratamiento psicoterapéutico u otro tipo de herramientas». Grecco reivindica las medicinas complementarias pero no como opuestas a la medicina tradicional, ortodoxa y holística. «Es una nueva concepción, que en realidad es milenaria, pero la sanidad en todo el mundo se resiste a aceptar porque le resulta más fácil dar una medicación o responder con el hábito de automatismo de lo que habitualmente se hace», subraya. Hoy por hoy, en la mayoría de los países la sanidad se basa en el criterio médico de que estos trastornos tienen una base orgánica y son una disfunción de alteraciones cerebrales y confía exclusivamente en la medicación. Los fármacos, explica, «contienen o suprimen los síntomas, pero no curan». A la larga, concluye, la incorporación de terapias psicológicas «será un importante ahorro para la salud pública».