El único medicamento que se utiliza para la enfermedad puede provocar complicaciones motoras | Crónica | Los síntomas |
La terapia celular para el párkinson no ha dado aún resultados positivos Cuando el cuerpo tiembla
La neuróloga Rosario Luquin asegura que todavía no se han descubierto las células que curan
Los científicos desconocen aún cuáles son las células adecuadas para curar el párkinson. Así de tajante es la neuróloga y neurocirujana de la Universidad de Navarrra, Rosario Luquin Prieto, que esta tarde está en León para impartir en el Hostal de San Marcos una conferencia sobre Terapia celular en el tratamiento de la enfermedad del párkinson. Los experimentos realizados hasta ahora no han conseguido los efectos positivos deseables como para asegurar que los avances conseguidos sirvan para el tratamiento de la enfermedad, aunque los científicos continúan en esta línea de investigación al considerar que «sería hipotéticamente el tratamiento perfecto», asegura Rosario Luquin que en la actualidad está investigando el efecto de las células madres adultas en la desaparición de síntomas similares al párkinson que previamente se han provocado en animales en el laboratorio. La terapia celular ofrece muchas posibilidades, pero también tiene limitaciones. Luquin destaca que las mayores dificultades están en encontrar una fuente donante adecuada de células, determinar en qué núcleo de los ganglios basales deben colocarse y comprobar si todos los pacientes con párkinson pueden recibir esta terapia. Los científicos desconocen las causas del párkinson. Los pacientes son tratados con levodopa, un tratamiento eficaz que controla el 80% de los síntomas motores de la enfermedad, aunque «se sabe que los pacientes presentan al cabo de varios años de tratamiento con levodopa, complicaciones motoras en forma de fluctuaciones que en muchos casos llegan a ser invalidantes», asegura Luquin. La neuróloga explicará a los especialistas de León, convocados por el servicio de Medicina Interna del Hospital, las distintas líneas de investigación celular que existen actualmente y las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas. La investigación celular para la curación del párkinson está todavía en sus inicios. No hay evidencias de que ninguna de las líneas de investigación iniciadas hasta ahora sea una alternativa para curar la enfermedad. Las células madre embrionarias son una de las fuentes celulares que más expectativas está generando en el tratamiento del párkinson. La neuróloga Luquin asegura que han dado buenos resultados en experimentos realizados en ratas a las que se inducen los síntomas de la enfermedad. «Sin embargo, aproximadamente un 30% de los animales trasplantados desarrollan tumores cerebrales como consecuencia de la proliferación anormal de las células madre embrionarias», asegura. Existen discrepancias entre los investigadores en cuando a la viabilidad y utilidad de células madres adultas o embrionarias y las posturas están divididas en cuanto a las líneas de investigación. Los cuatro síntomas principales del párkinson son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados. A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples. Hasta ahora el diagnóstico es clínico y no existe ninguna prueba radiológica o analítica que detecte el inicio de la enfermedad. Sólo se diagnostica con la observación de los síntomas. Como sospecha, previamente a estos síntomas claros, en algunos pacientes se desarrolla un cuadro depresivo junto con decaimiento general y cansancio excesivo. La enfermedad de Parkinson ocurre cuando ciertas células nerviosas, o neuronas, en un área del cerebro conocida como sustancia nigra, mueren o sufren deterioro. Normalmente, estas neuronas producen un producto químico cerebral importante conocido como dopamina. La dopamina es un mensajero químico responsable de transmitir las señales entre la sustancia nigra y la siguiente «estación relevadora» del cerebro, el corpus striatum, para producir actividad muscular fluida y con propósito. El párkinson afecta por igual a hombres y mujeres de todas las razas. Su desarrollo está relacionado con la edad: aparece generalmente a partir de los 50 años y la media de inicio de los síntomas se sitúa en los 60. Sin embargo, en los últimos años se ha registrado un aumento considerable de los casos de párkinson precoz y se estima que cerca del 10% de los pacientes tienen menos de 40 años. En el 80% de los pacientes los síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y luego se generalizan en el resto del cuerpo.