Una de cada seis personas sufrirá depresión a lo largo de su vida

La depresión es el segundo trastorno más frecuente que se ve en las consultas de Atención Primaria y, según las previsiones médicas, en los países occidentales una de cada seis personas padecerá esta enfermedad a lo largo de su vida. Las depresiones abarcan un amplio abanico que va desde los trastornos claramente biológicos como son las psicosis maníaco depresivas -trastorno bipolar- a las que son resultado de factores externos o depresiones reactivas. Estas últimas son las más frecuentes y también las que tienen más posibilidad de curación, normalmente con una combinación de tratamientos farmacológicos y psicoterapia. El estilo de vida y los fuertes cambios sociales acaecidos en las sociedades «avanzadas» en el último medio siglo están detrás del aumento de la depresión, señalaron ayer en el Club de Prensa de Diario de León el psicólogo José Luis Besteiro González y el psiquiatra Ángel García Prieto en la presentación del libro Conoce la depresión para poder superarla , de la colección Cuerpo y Salud de Everest. Ya Hipócrates (460-355 a. C.) hablaba de melancolía como sustrato de lo que hoy se entiende por depresión, pero en la actualidad «hay una serie de exigencias sociales que antes no existían y que determinan que el sujeto cada vez sea menos feliz», subrayaron. Los autores del manual sobre la depresión señalaron también que «la conflictividad, las exigencias, las alteraciones de los roles familiares clásicos favorecen la alienación de las personas y la aparición de estos trastornos cada vez más frecuentes». La clave para curar una depresión reactiva -causada por agentes externos- no es sólo el tratamiento con psicofármacos, pese a que «existe hoy en día una generación de antidepresivos muy buenos sin apenas efectos secundarios». Además, añaden los especialistas, «hay que abordarlo desde un punto de vista psicoterapéutico para que el sujeto vaya reeducando esos pensamientos y emociones muchas veces contradictorios que le llevan a sentirse frustrado». Y es que cuando uno está deprimido, agregan, «distorsiona la percepción de sí mismo, del futuro, del entorno que le rodea» y el individuo tiene que «reajustar la percepción de lo que le rodea». Sin embargo, las depresiones endógenas son más difíciles de tratar ya que hay que ir esencialmente a factores biológicos, mediante el uso de fármacos, y en casos de crisis fuertes y de riesgo para la vida a internamiento psiquiátrico. «Los más difíciles son los bipolares, los que combinan la depresión con la manía», señaló Ángel García. Mujeres, más vulnerables La depresión se da en las mujeres casi el doble que en los hombres. Las razones van desde los discutidos factores hormonales «que harían a las mujeres más predispuestas» -explicaron- al rol que tienen en la vida. «Muchas mujeres tienen que hacerse cargo del trabajo doméstico, sacar adelante una familia y al mismo tiempo desarrollar un trabajo fuera de casa, y esta sobrecarga convierte a la mujer en una persona más vulnerable», indicó José Luis Besteiro. En cuanto a la mayor incidencia en ciertas profesiones como entre los docentes y el personal sanitario no se debe a que realicen más horas de trabajo sino a que «los profesionales no son capaces de desconectar nunca de su esfuerzo», precisó. «No es lo mismo un trastorno bipolar que una depresión como consecuencia de un disgusto» JOSÉ LUIS BESTEIRO