El 82% de la población mundial no tiene acceso a transfusiones seguras
El 82 por ciento de la población no tiene acceso a las transfusiones de sangre seguras, ya que el 18 por ciento restante acapara aproximadamente en torno al 60 por ciento de los suministros mundiales de sangre, y estas diferencias varían mucho en función de los países, según advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra hoy. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Lee Jong-Wook, afirmó que «la sangre segura es una necesidad fundamental del sistema de salud de cualquier país» y resaltó la «urgente» necesidad de que todos los países del mundo fomenten la donación, y hagan todo lo posible por salvaguardar a los pacientes, asegurando un suministro suficiente. Para incrementar el acceso universal a la sangre segura, la OMS y otras organizaciones recomendaron estrategias «claras» basadas en el fomento de las donaciones regulares, voluntarias y no remuneradas, y en la creación de servicios nacionales coordinados de transfusión de sangre. Además, el 'Día Mundial del Donante de Sangre' contribuirá a aumentar la concienciación acerca de la necesidad continua de sangre segura y donantes seguros, según Jong-Wook. «Queda mucho por hacer en todo el mundo», según la OMS, ya que sólo 40 países han establecido la donación voluntaria, y menos del 30 por ciento de los países disponen de servicios nacionales coordinados de transfusión de sangre. Además, «demasiados estados, algunos con economías emergentes, todavía dependen de la donación por los familiares o de la donación remunerada». En Malawi -con una incidencia de sida del 14,4 por ciento- en dos años se ha logrado poner en funcionamiento un servicio de transfusión de sangre basado en las donaciones voluntarias no remuneradas. Desde que se empezó a disponer de sangre segura, en 2004, la tasa de mortalidad pediátrica registrada en un hospital de Blantyre ha disminuido en un 90 por ciento en niños con anemia grave por paludismo y el 50% en muertes maternas.