«Si no logramos nuevas terapias volveremos a la era preantibiótica»

Juan Hermoso Domínguez nació en León en 1964. Estudió en el Instituto Padre Isla y se licenció en Física en la Universidad de Salamanca. Realizó su tesis doctoral en el CSIC (Consejo Superior de Investigación Científica) sobre Cristalografía (técnica que determina las estructuras atómicas de las moléculas). «Hay que decir que esta especialidad es la que más premios nóbeles ha dado», aclara este científico leonés que, tras pasar tres años de estancia postdoctoral en Francia, dispone desde 1999 una plaza en el CSIC en Madrid donde reside actualmente, aunque visita a menudo a su familia en San Martín del Camino. - El hallazgo del grupo que dirige ha abierto el camino para luchar contra las infecciones y su resistencia a los antibióticos. ¿No cree que la comunidad científica está luchando contra viejos enemigos que parecían vencidos? -Hay un problema gravísimo de resistencia a los antibióticos. Había infecciones que parecían erradicadas, pero el mal uso de los antibióticos y la no administración de las dosis mínimas hacen que se hayan creado cepas de bacterias resistentes, que provocan el 60% de las infecciones hospitalarias. Los antibióticos que hace décadas funcionaban resultan ahora ineficaces por lo que hacen falta nuevos fármacos. La comisión europea destina 50 millones de euros a estudiar cómo atajar la resistencia bacteriana. El desarrollo de un nuevo fármaco cuesta 500 millones de euros por lo que las compañías farmacéuticas hacen variantes de los ya existentes, que salen menos costosos, pero menos eficaces a la resistencia. Es necesario desarrollar nuevas terapias, porque podríamos volver a la era preantibiótica. Es importante saber cómo se produce la infección y contraatacar. - ¿Mantiene una buena relación con los investigadores que están en León? -En León hay muy buenos grupos de biología molecular, que en su día se vieron incentivados por la empresa Antibióticos. Ahora, León está perdiendo el carro en las nueva vías en biomedicina y biología estructural. Existe muy buena calidad en los grupos de la Universidad, pero no se incentiva en este sentido. - ¿A quién habría que pedir cuentas? -A las autoridades competentes que no invierten en investigación y desarrollo como ocurre en otras comunidades, como por ejemplo Cataluña. En León y Castilla y León no hay preocupación por ver ese desarrollo. Todos los que nos hemos ido hemos tenido que ejercer la labor investigadora fuera por falta de medios. Es lamentable. León se queda fuera cuando partimos de una base, como fue Antibióticos, que era una importante fuente de investigación. Todo eso se va a perder, y me entristece. -¿Está cumpliendo el gobierno socialista sus promesas de inversión en investigación? -De momento, este año no se ha cumplido. Parece que quieren dar un impulso fuerte el año que viene. Eso es lo que nos transmite el también leonés Carlos Martínez y tenemos ilusión. Si al final ese apoyo no se materializa, sería una decepción para los científicos. - ¿Llegará la comunidad científica a acabar con las enfermedades? -Es una lucha de miles de años y no se va a acabar. Cuando los científicos encontramos más herramientas para luchar contra las enfermedades, la naturaleza encuentra métodos para sobrevivir. Mientras el hombre siga investigando, esa lucha estará a nuestro favor. - El descubrimiento del grupo que usted dirige ha publicado sus conclusiones en la revista «Nature Structural & Molecular Biology», a la que no todos los científicos tienen acceso -Es una de las revistas científicas más importantes del mundo y es difícil de conseguir publicar en ella, pero todo se consigue a base de mucho esfuerzo y trabajo.