Las asociaciones reclaman atención y apoyo «para ahorrar tanto dolor»

La Asociación Castellana y Leonesa de Afectados por el Trastorno Bipolar (Trabecale), de reciente creación y con sede en León, ha sido el motor de la organización del curso de verano que comenzó ayer en la Facultad de Educación. Todos reconocieron ayer la labor realizada y el empeño puesto por la profesora Concepción Abraira, secretaria del nuevo colectivo, quien ha sido la «verdadera artífice de su organización». El papel del asociacionismo como espacio de comunicación humana entre los afectados y familiares es uno de los aspectos que se va a abordar en el curso. Luis Paladini, secretario de ABBA, la asociación de bipolares de Andalucía, subraya en este sentido que el trastorno bipolar requiere un «programa de intervención y mucho apoyo» para «ahorrar un montón de dolor». Los avances que se están produciendo en el ámbito científico requieren también una intervención psicológica y emocional. Además desde el asociacionismo se reclama más información en el ámbito de la atención primaria para que se diagnostique cuanto antes. «Somos más emotivos que otras personas y podemos reaccionar más vehementemente, pero si eres práctico te puedes convertir en un ser arrollador», explicó Paladini. La asociación andaluza empezó a andar en febrero, mientras que la asturiana (ABA) ya tiene dos años de existencia. Cándida González indicó que la asociación «nos muestra que aunque nos veamos como bichos raros, en realidad podemos vivir con nuestra enfermedad». Además, las familias encuentran respuesta a muchos problemas y también atención.